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Columna destacada | indeciso |

Pensar el voto

Carta urgente para un indeciso

Si piensas votar en blanco o anulado porque “todos los políticos son iguales” y vos sos “neutral”, ten en cuenta lo siguiente: No estás votando en blanco; estás votando a los blancos, no estás anulando tu voto; estás anulando a tu gente.

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“En Uruguay no hay una sola niña o un solo niño durmiendo en las calles”. La frase fue pronunciada por el excanciller Rodolfo Nin Novoa en la Asamblea General de la ONU el 30 de septiembre de 2019.

El entonces ministro de Relaciones Exteriores agregó que “el total de personas bajo la línea de pobreza se ha reducido a 8 % de los 3.4 millones de uruguayos, el indicador más bajo de América Latina, mientras que la indigencia se ubica en el 0,1 % y la desigualdad en el 0,38 en la escala de 0 a 1 de Gini. Tales guarismos ubican al Uruguay como el país más igualitario de la región”.

Pese a todo, estas cifras quizá no digan nada si no recordamos el punto de partida. En 2005, la derecha había entregado al Frente Amplio un país en escombros. La pobreza era del 40 % y la pobreza infantil llegaba al 60 %, a la vez que la indigencia era del 5 %.

Para 2019, en cambio, teníamos el ingreso per cápita y el Salario Mínimo Nacional más alto de América Latina y el Caribe. Sin embargo, el persistente ataque de los medios hegemónicos de desinformación logró mellar la imagen del partido gobernante, y pese a que los gobiernos del Frente Amplio lograron 15 años consecutivos de crecimiento económico y aumentos de salarios y pasividades por encima de la inflación, con avances históricos en varias áreas, el marketing político más barato logró llevar a Luis Lacalle Pou al poder en marzo de 2020.

Y todo se fue al carajo…

Ahora tenemos récord histórico de personas viviendo en la calle y comiendo de los contenedores de basura.

En 2019 Uruguay se hallaba en el lugar 19 del ranking de Reporteros Sin Fronteras, el cual mide el respeto a la libertad de expresión en 180 países. Bajo el lacallismo retrocedimos abruptamente al lugar 51 en 2024. Las presiones a la prensa y el espionaje a senadores de la oposición, al presidente del Pit-Cnt, a docentes y estudiantes, y contra la propia exesposa del presidente de la República, son solo algunos de los escándalos por los que será recordado este gobierno.

Según la poco izquierdista CNN, Uruguay fue el último país de América en recibir las vacunas contra el covid-19. Increíblemente, los partidos y periodistas de derecha no dejan de elogiar la gestión de Lacalle Pou con respecto a la pandemia; pero, tal como dijo el exministro de Salud Pública, Daniel Salinas, el 15 % de las muertes se podrían haber evitado si se hubiera restringido la movilidad. La verdad fue que el Gobierno tuvo una pasividad criminal.

Sin embargo, la pandemia fue la gran excusa para todo; entre otras cosas, para rebajar el salario real durante 40 meses, incluso en los sectores beneficiados con récord histórico de exportaciones. Dicho de otro modo, mientras los malla oro se enriquecían, sus empleados se empobrecían. Por si fuera poco, el presidente incumplió una de sus principales promesas electorales, la de no tocar la edad jubilatoria. En 2023 impuso una ley por la cual esa edad pasó de 60 a 65 años. 5 años más de trabajo; pero no para ganar más, sino menos, al cambiar el modo de cálculo.

Con el Frente Amplio, Uruguay compartió el podio con Chile al ser reconocidos como los países de más transparencia de la región. En cambio, con Luis Lacalle Pou, los hechos de corrupción y hechos oscuros no nos dieron respiro.

Casi 5 años con un escándalo por semana

Solo por citar algunos pocos hechos (porque sería imposible considerarlos a todos), tuvimos a dos ministerios poniendo a correr a varios funcionarios para dar con urgencia un pasaporte a un narcotraficante para que saliera de una cárcel en Dubái; a Roberto Lafluf destruyendo un acta notarial con información que comprometía al Gobierno; al excanciller Bustillo proponiendo a Ache la comisión de un delito (que “perdiera” su celular), también para ocultar la verdad tanto al Senado como a la Justicia; al jefe del Servicio de Seguridad Presidencial Alejandro Astesiano dirigiendo una Asociación Para Delinquir en la mismísima Torre Ejecutiva; a Irene Moreira repartiendo viviendas a cambio de militancia; a Germán Cardoso haciendo cuestionables compras directas; a Pablo Caram robando millones de dólares en la Intendencia de Artigas con la burda excusa de horas extras; a funcionarios del Ministerio del Interior y de la Corte Electoral operando ilegalmente para salvar al senador Gustavo Penadés; al expresidente del “Honorable” Directorio del Partido Nacional, Pablo Iturralde, jactándose de presionar a la Justicia; a la exfiscal Gabriela Fossati operando como abogada defensora del presidente de la República y haciendo lo imposible para que jamás se supiera la verdad detrás del caso Astesiano; a Carlos Moreira, intendente blanco de Colonia, proponiendo sexo a cambio de una pasantía; a Agustín Bascou, intendente blanco de Soriano, imputado por segunda vez por vender ganado prendado y también acusado por hacer que la Intendencia comprara combustible en sus estaciones de servicio, mientras libraba cheques sin fondo; a Azucena Arbeleche aprobando beneficios para las empresas de Isaac Alfie y su propio esposo; al presidente dictando decretos para beneficiar a las tabacaleras que habían aportado dinero para su campaña; a decenas de jerarcas policiales y alcaldes condenados por diversos delitos y, para hacerla corta, niveles de corrupción jamás vistos desde que regresamos a la democracia en 1985.

En medio de todo este barrial, “La Agencia” trabajó a full, 24/7, para mantener alta la imagen personal de Luis Lacalle Pou.

La herencia frenteamplista

Tabaré le dejó al actual presidente una situación “envidiable”, tal cual lo reconocido en un informe del Fondo Monetario Internacional. En 2002 el país perdió su grado inversor (gobernaba la derecha); lo recuperó en 2012 (gobernaba el Frente Amplio). En 2004 exportábamos a 60 naciones; en 2019 a 165. En 2004 exportábamos 4000 millones de dólares; en 2019: 16.000 millones.

De los gobiernos del Frente Amplio, quedarán para la historia la Ley de 8 Horas para el trabajo rural, el Plan Ceibal, el acceso a la universidad de miles de estudiantes que fueron los primeros de sus familias en llegar a ser profesionales, el rescate de las empleadas domésticas (que estaban por fuera del sistema de seguridad social) y la descriminalización de las mujeres que interrumpían un embarazo. Por mi parte, agradeceré toda la vida a Tabaré que me liberara, como fumador pasivo, de la dictadura de los maleducados que nos tiraban el humo en la cara. Gracias a su política antitabaco, ahora tenemos 450 infartos agudos de miocardio menos por año.

El Frente Amplio convirtió a Uruguay en uno de los países con mayor velocidad de acceso a internet del mundo y la inmensa mayoría de los trámites con el Estado hoy se pueden hacer por esa vía. Nuestros alumnos han sido premiados en foros internacionales por sus creaciones robóticas y los Planes Ceibal e Ibirapitá (plan de inclusión digital de los jubilados) son elogiados en todo el planeta. Uruguay ha mantenido por varios años consecutivos el primer lugar en la medición de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y ha obtenido el Premio Mundial al Desarrollo Digital Sostenible de las Naciones Unidas. Los celulares, computadoras, internet, banda ancha y fibra óptica no cayeron por casualidad del cielo.

No me digas que nada cambió. El Frente Amplio modernizó al Uruguay. ¿Me puedes decir qué hicieron el Partido Nacional y sus aliados en estos años?

No es lo mismo en blanco que blanco

Ahora, si pese a todo, piensas votar en blanco o anulado porque te han convencido de que “todos los políticos son iguales” y vos sos “neutral”, ten en cuenta lo siguiente.

No estás votando en blanco; estás votando a los blancos.

No estás anulando tu voto; estás anulando a tu gente.

No estás siendo neutral; estás promoviendo la continuidad de la corrupción.

La derecha aplaude a aquellos que piensan votar en blanco o anulado, porque la inacción e indiferencia de los explotados es la fortaleza de los explotadores.

“El mal solo necesita para triunfar que la gente buena no haga nada”, decía Richard Burke.

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