La hora de Korolova
Poco antes de subir al escenario, Korolova fue recibida con aplausos y una cálida sorpresa: el staff del evento le obsequió una camiseta de la selección uruguaya con el número 9. Ella, visiblemente emocionada, agradeció con una sonrisa y posó feliz para las fotos. Un gesto que selló el cariño local.
Eran alrededor de las 04:00 a.m. cuando las luces bajaron, los visuales se intensificaron y Korolova tomó el control de la cabina. Con un set preciso, intenso y emotivo, se ganó a todos desde el primer drop. Fue el momento más esperado, y no defraudó.
Cada track fue un viaje. Con mezclas profundas y líneas melódicas hipnóticas, la DJ ucraniana conectó con el público de forma única. La pista estalló con temas como Sweet Surrender, Time Again y Under My Skin, generando una comunión de baile, luces y alegría.
La multitud no decayó. Desde el primer beat hasta las últimas horas, el público vibró con fuerza. La energía fue total: abrazos, saltos, sonrisas y celulares grabando cada instante. Fue más que una fiesta, fue una experiencia colectiva difícil de olvidar.
Korolova, una de las artistas más influyentes de la escena electrónica actual, ha tocado en más de 40 países y acumulado millones de reproducciones. Su paso por Uruguay, como parte del ciclo Reverb, confirmó por qué está en la cima: combina técnica, emoción y carisma, generando momentos únicos como los que vivimos el sábado.