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Cultura | Medea Visiones | Marcos Acuña |

Montevideo de las artes

Identidad, exclusión y poder: "Medea Visiones" regresa al Galpón

En Caras y Caretas conversamos con Marcos Acuña, director de la obra teatral “Medea Visiones”, un material social y político pero a su vez, muy entretenido.

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Me gusta pensar en Montevideo por estas fechas como un gran escenario, un escenario donde se respira arte, donde palpita el teatro y nos emociona por su cercanía, de la mano de una maravillosa propuesta que hace mucho más accesible la cultura, bálsamo para los pueblos. Del 4 al 31 de enero, 12 salas de la ciudad y siete estaciones teatrales reciben 28 obras teatrales que en su conjunto sumarán 151 funciones con entrada libre en el marco del Festival Montevideo de las Artes.

La oportunidad es excelente para conversar de primera manos con los protagonistas de estas entregas. A mí en lo personal me hizo muy feliz poder conocer e intercambiar con Marcos Acuña, joven y talentoso dramaturgo, artífice de “Medea Visiones”, una adaptación teatral de “Medea Voces” de la novelista y ensayista alemana Christa Wolf, una mirada renovada acerca de las luchas de poder, la discriminación, la manipulación de los relatos y las injusticias, fenómenos que atraviesan todas las épocas.

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Marcos Acuña, actor y dramaturgo.

Marcos Acuña, actor y dramaturgo.

La obra teatral “Medea Visiones” se presenta en el marco del festival Montevideo de las Artes, un evento con entrada libre y accesible. ¿Qué importancia tiene para ti participar en este festival?

Es el festival más importante que tiene Montevideo. Es también un festival que mueve a muchísima gente y que apoya algo que para mí es fundamental, que es la democratización del arte y del teatro. Sobre todo porque tiene entrada libre para todo el mundo; simplemente tenés que llegar un rato antes y asegurás tu entrada. Entonces, para mí es fundamental y me llena de orgullo también poder participar en un festival así.

¿Es tu primer año participando?

Sí, es mi primer año participando, y es la primera obra que dirijo en El Galpón. Yo soy egresado de la escuela de actuación de El Galpón, de la última generación del 2019, y ahora estoy como integrante. Digamos que somos de la última generación.

¿Cómo fue esa experiencia?

Te cuento que ingresé en la última generación que abrió en 2016. El Galpón tiene una particularidad, y es que abre la escuela cada 10 años más o menos, porque lo que hace es formar "galponeros", es decir, formar gente que después pueda integrar la institución y llevar adelante todo el legado que significa El Galpón. Entonces, en 2016, cuando me anoté, lo hice también por una convicción del tipo de teatro que a mí me interesa.

A mí me interesa un teatro que trate temas sociales y políticos y que habilite una discusión compleja sobre esos temas. Creo que el arte es un vehículo para llegar a eso. Por eso también me interesa y me gusta mucho participar en este festival.

Este festival, en realidad, hace un llamado anual en el que se seleccionan varias obras, algunas para circulación y otras para ser puestas en escena. Justamente, quedé seleccionado para una puesta en escena, y lo bueno es que dentro de las presentaciones de la obra está pautado que algunas sean descentralizadas. También en este programa, en este festival de fortalecimiento de las artes, se busca contribuir realmente a la descentralización y a la democratización, que son dos puntos fundamentales del festival.

"Medea Visiones", es una adaptación teatral de "Medea Voces" de Christa Wolf. ¿Qué fue lo que más te atrajo de esta novela para llevarla al escenario?

Bueno, te cuento un poco el génesis de cómo arranqué con todo esto. En 2023 quedo seleccionado en los Fefca, que son los Fondos de Estímulo a la Creación y Formación Artística, para una formación en dirección escénica. Al concluir la formación tenía que presentar un proyecto de dirección. Con la tutora que tenía en ese entonces, que es Laura Laura Brauer, una directora y docente argentina especializada, más que nada, en todo lo que tiene que ver con la poética de Bertolt Brecht, empezamos a buscar materiales que de alguna manera dialogaran con mis intereses para poder montarlos. Para mí, es fundamental que, en la dirección, haya algo de ese material que te interpele, que te mueva.

Entonces, buscando materiales, dimos con la obra de Christa Wolf, esta novela que yo no conocía y que me pareció muy interesante porque me habilitaba a hablar un poco de cómo se pueden instalar los discursos y cómo quienes detentan el poder generalmente tienen mucha más facilidad porque cuentan con un aparato que, si lo traspolamos al presente, podrían ser los medios de comunicación y demás. Estos permiten instalar un discurso que, quizás, no sea el verdadero.

Justamente, Christa toma la figura de Medea. Se basa en los orígenes del mito, que son muy distintos al mito más canónico que conocemos, el cual se referencia en la obra de Eurípides. Cuando decís "Medea", lo primero que pensamos es en esta mujer que asesinó a sus hijos por celos, por la traición de su esposo. Bueno, hay varios estudios, historiadores y demás que afirman que el mito primigenio de Medea no era tan así. Me pareció interesante esta idea de cómo nosotros podemos replicar discursos, cómo se puede construir la imagen demonizada de una mujer que mata a sus hijos y cómo, quizás, todo eso puede ser falso.

Otro punto que me parecía fundamental en la obra, y que me interesa mucho porque tiene que ver con un trabajo de dramaturgia que vengo haciendo desde hace un tiempo, es la idea de los outsiders y los marginales. En esta obra, Christa Wolf pone el énfasis en Medea como una figura social: una extranjera que llega a una tierra con otras ideas y prácticas, y que de alguna manera el poder de turno en ese lugar ve como una amenaza. Estas ideas empiezan a circular, y el poder teme que puedan desestabilizar el status quo y afectar sus intereses. Entonces, buscan en ella un chivo expiatorio para encubrir algunos crímenes que cometió el gobierno.

No quiero spoilear mucho, pero lo que me pareció interesante es que la visión de Wolf tiene una perspectiva muy social y política, pero, a su vez, el material es muy entretenido. Hay una cuestión que se puede entender también como un thriller, en el que se van develando algunos crímenes que el Estado cometió para mantenerse en el poder. Eso me pareció muy interesante, y dialoga con nuestra realidad.

¿Y lográs traspolarlo a nuestra realidad?

Sí, creo que la obra dialoga un montón con nuestra realidad. Dialoga muchísimo. Lo que hago, y que me parecía bueno para utilizarlo como espejo, es no sacarla del contexto donde está planteada, pero sí, claramente, uno puede ver las referencias y las conexiones con el presente, más en un mundo donde estamos constantemente enfrentados al tema de las fake news.

Y vemos también cómo funciona la instalación de una mentira, cómo se demonizan ciertas figuras mientras se ensalzan otras. Creo que hay un diálogo directo con la realidad de hoy, y por eso me interesa el material. También me parece importante ver cómo esto viene sucediendo hace mucho tiempo; no es algo de ahora, aunque hoy en día hay un mecanismo mucho más aceitado para que suceda. Sí, lo hay.

¿Qué desafíos enfrentaste al dirigir una obra con múltiples visiones narrativas sobre un mismo personaje?

Eso fue todo un tema, porque, te cuento, esto ya está pautado un poco en la novela. La novela se divide en diferentes capítulos, y cada capítulo es el punto de vista de un personaje. Yo, de alguna manera, quise traducir eso escénicamente, y lo tradujimos en visiones. Entonces, la obra está dividida en 10 visiones, que representan un poco la perspectiva de cada personaje: cómo ven que se va construyendo esta idea, todo este discurso, toda esta imagen de Medea.

Y sí, fue todo un desafío porque también quería lograr que cada una de las visiones permitiera al espectador comprender rápidamente que es un mini universo. Es decir, está la mirada de Medea, la mirada de Jasón, la de Glauce, la de Acamante, que es, digamos, el asesor de Creonte, el rey de la ciudad. Entonces, también está la mirada desde ese otro lugar, desde quienes van construyendo ese relato.

¿Me podés contar cómo el elenco asumió ese desafío?

Bueno, tengo compañeros de muchos años. Algunos, inclusive, son personas con las que me formé; otros los conocí justamente para este proyecto. El elenco está conformado por Camila Cayota, que interpreta a Medea. Es compañera de generación, nos formamos juntos, Claudio Lachowicz, que interpreta a Jasón. Es también un compañero de la institución. Juan Kuehr que interpreta a Acamante. Es un compañero del Galpón, de la vieja guardia. Antonella Puga, también compañera de generación, quien interpreta a Agameda. Camila Giannotti, una compañera que conocí en este proyecto, interpreta a Glauce y otros personajes.

Y algo que me parecía importante sumar, que no está en realidad en la novela, era esta idea de el Coro. Tomando un poco la esencia de la tragedia griega, busqué traducir algunos de sus elementos al presente. El Coro me parecía un personaje fundamental porque muestra cómo el pueblo va cambiando su percepción en base a los actos del estado y a la información que se les proporciona.

Esto me parecía fundamental, porque tiene que ver con el final de la trama y con el proceso que vive el pueblo. Al principio, tienen toda una curiosidad y ganas de acercarse a Medea, porque es una persona distinta, que trae otras ideas y formas de ser. Pero, a través de lo que va haciendo el Estado y de cómo la demonizan, el pueblo comienza a tomar represalias contra ella.

Y ahí entra también el tema de la discriminación. Es otro punto que creo que es muy vigente. ¿Qué pasa hoy en día con los extranjeros? Estamos en un país que recibe muchos extranjeros, y eso también ha tenido repercusiones a nivel social.

¿Marcos, coméntanos sobre tus proyectos después del festival?

Justamente estoy empezando uno. Nosotros tenemos en el Galpón un programa que se llama Extensión Cultural, donde hacemos teatro para jóvenes, audiencias para niños y adolescentes, que para mí también es una de las joyitas que tiene el Galpón, porque nos permite que los jóvenes vengan al teatro, que tengan sus primeras experiencias en él. A su vez, nosotros también vamos a las escuelas y al interior del país con ese programa.

Este año tengo la suerte de dirigir un espectáculo, que es una versión de Sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Vamos a estrenarlo en abril y empiezo a ensayar en breve.

Para concluir, si tuvieras que resumir “Medea Visiones” en una frase para invitar al público, ¿qué dirías?

Wow, si tuviera que resumirlo en una sola frase... Diría: Es la historia de una extranjera que es castigada por pensar diferente.

Desde Caras y Caretas también los invitamos a disfrutar de "Medea Visiones", una adaptación de la novela "Medea Voces" de Christa Wolf, bajo la dirección de Marcos Acuña. Una obra para reflexionar sobre la construcción de discursos y la demonización de quienes piensan diferente. El martes 21 y miércoles 22 de enero a las 20:30 horas. Apta para mayores de 15 años, con entrada libre. Se pueden retirar las entradas el mismo día de la función desde las 18:00 horas en la boletería, hasta completar el aforo de la sala.

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