Los sponsors o patrocinadores fueron inicialmente marcas de productos de consumo masivo como la Coca Cola, luego los productos financieros y las tarjetas de crédito de la mano de la llamada bancarización.
Todos hacían su negocio, dirigentes, entrenadores, jugadores, árbitros, auxiliares, constructores, guardaespaldas, organizadores de eventos, compañías aéreas, cadenas de hoteles, recaudadores de impuestos, contratistas.
El único que fue quedando afuera del negocio es el hincha, el espectador, el “tifossi”. El que era el dueño ha sido desplazado y solo le queda la fraternidad del “tablón” en donde todos nos sentimos iguales.
Por si aún no se entiende, hoy el presidente de la AUF quiere transformar a las asociaciones civiles sin fines de lucro en sociedades anónimas deportivas.
En su versión más humana, les deja a los socios toda la actividad social, la cantina, el billar, el ping pong, los regalos de reyes, y a veces hasta el uso y goce de la sede social.
Todo lo demás, el “alma” del club, el fútbol, la camiseta, será para un inversionista que explícitamente solo está para obtener el lucro. Cuando todo parecía perdido, el diablo nos agrega otro leño a la hoguera: las casas de apuestas, un ingrediente aún más perverso que nos parece lejano, pero que en el negocio global está cada vez más cerca.
Las casas de apuestas patrocinan equipos, ligas y torneos, mientras que las múltiples plataformas digitales permiten que millones de personas apuesten en tiempo real desde cualquier lugar del mundo.
Según estimaciones, el mercado global de apuestas deportivas podría alcanzar un valor de 182,000 millones de dólares en 2025, con el fútbol liderando como el deporte más apostado.
Apuestas deportivas: un mercado en expansión
El crecimiento de las apuestas deportivas online ha sido impulsado por varios factores, como la expansión del acceso a internet, la proliferación de dispositivos móviles y la legalización(liberalización) del sector en numerosos países.
Esta liberalización, que paradójicamente llaman “regulación”, ha permitido a las empresas de apuestas llegar a audiencias globales y establecer alianzas estratégicas con clubes de fútbol, competiciones, incluyendo a la propia FIFA y en nuestra región a la CONMEBOL.
Hoy en día, no es raro ver el logo de una casa de apuestas en la camiseta de un equipo o en los anuncios alrededor de un estadio y naturalmente en la propia publicidad estática de los partidos y en la pantalla de nuestros dispositivos electrónicos, celulares y microordenadores.
Estas empresas invierten millones de dólares en publicidad y patrocinio, lo que ha convertido al fútbol en uno de sus socios comerciales más valiosos. En muchos casos, los ingresos por acuerdos con casas de apuestas son cruciales para las finanzas de los clubes y determinantes en las instituciones multinacionales que comandan la programación de los grandes torneos.
La frontera entre negocio y manipulación
A pesar del éxito comercial, el auge de las apuestas deportivas ha desatado preocupaciones éticas y legales. Uno de los problemas más graves es la manipulación de resultados, también conocida como "match-fixing". En este esquema, jugadores, árbitros o entrenadores son sobornados para alterar el desarrollo de un partido, asegurando así un resultado favorable para ciertas apuestas.
Es sabido que, de acuerdo a los paquetes propuestos, es posible apostar por resultados finales o en cada uno de los tiempos, quién hace un gol, a quién se le saca una tarjeta roja o amarilla, quién es expulsado, erra un penal o ataja otro y hasta en qué minuto se hace un gol o se sanciona un penal.
Según organismos internacionales como la FIFA y la Interpol, el "match-fixing" está estrechamente relacionado con redes criminales que utilizan el deporte para lavar dinero y obtener ganancias ilegales.
Incluso en ligas menores, donde los jugadores suelen tener salarios bajos, los sobornos pueden ser una tentación difícil de resistir.
Riesgos sociales y económicos
El impacto de las apuestas deportivas online no se limita al campo de juego. A nivel social, el acceso fácil y la promoción constante de las apuestas han incrementado el número de personas afectadas por la ludopatía.
La adicción al juego puede llevar a problemas económicos graves, rupturas familiares y afectaciones a la salud mental.
En muchos países, la falta de regulación efectiva ha permitido que menores de edad participen en apuestas deportivas, agravando los riesgos. Además, las estrategias de marketing agresivas de las casas de apuestas, como bonos de bienvenida y promociones constantes, alimentan un ciclo que puede ser difícil de romper para los apostadores problemáticos.
La responsabilidad del fútbol
La relación entre el fútbol y las apuestas online es objeto de debate. Si bien los clubes y las ligas argumentan que los ingresos provenientes de las casas de apuestas son esenciales para su sostenibilidad, los críticos cuestionan el impacto ético de esta asociación.
Algunos países han comenzado a tomar medidas. En España, por ejemplo, se implementaron restricciones a la publicidad de casas de apuestas, limitando su visibilidad en eventos deportivos y eliminando su patrocinio en camisetas de equipos. En el Reino Unido, donde la ludopatía es un problema creciente, se están evaluando políticas más estrictas para proteger a los consumidores vulnerables.
El futuro del fútbol y las apuestas
El vínculo entre el fútbol y las apuestas deportivas online, una vez instalado, parece un camino sin retorno, dado el volumen de dinero involucrado y el cariz altamente comercial que le han impreso sus principales autoridades.
Sin embargo, las instituciones deportivas y los gobiernos no pueden, moralmente, eludir el desafío de equilibrar los beneficios económicos con la protección de la integridad del deporte y el bienestar de los aficionados.
Parece inevitable implementar controles más rigurosos sobre la publicidad, evitar las multiplataformas, limitar las licencias de operación y perseguir la opacidad de las casas de apuestas.
También parece imprescindible lanzar campañas de concientización para informar a los aficionados sobre los riesgos de la ludopatía, promover el juego responsable y fortalecer la cooperación entre las organizaciones deportivas, los gobiernos y las agencias de seguridad para combatir la manipulación de resultados y otros delitos asociados. Asimismo, penalizar fuertemente las infracciones, las estafas e incorporar a los códigos penales nuevos delitos que traen aparejados estas modalidades de juego online.
Las principales plataformas de apuestas deportivas varían dependiendo del mercado y la región. Algunas de las más destacadas a nivel global incluyen Bet365, que ya tiene una presencia notable en mercados como Brasil, México, Colombia y Argentina y procuran introducirse en mercado como Chile y Perú. En Brasil, firmaron acuerdos estratégicos para posicionarse como uno de los principales operadores tras la regulación del mercado.
Betway ha hecho importantes movimientos en la región, patrocinando clubes de fútbol como el Atlético Mineiro en Brasil. También han obtenido licencias en mercados regulados como México y Colombia.
Su enfoque es fortalecer asociaciones con equipos y ligas deportivas locales para aumentar su reconocimiento de marca.
1xBet ha utilizado una estrategia agresiva en mercados como Brasil, Argentina y México, destacándose con amplias campañas publicitarias y ofertas específicas. Actualmente continúan invirtiendo en publicidad y en acuerdos con figuras deportivas locales para ganar terreno en países con potencial de crecimiento como Chile, Perú y Ecuador.
Willam Hill es una plataforma británica que busca establecerse en mercados de alta regulación como México y Colombia. Y evalúan introducirse en países con legislación favorable para apuestas deportivas, con miras a ingresar en Brasil tras la regulación.
Aunque su enfoque principal sigue siendo Estados Unidos, DraftKings ha comenzado a explorar oportunidades en América Latina, especialmente en México y Brasil, mercados con gran pasión por los deportes.
Betfair ha tenido una presencia constante en la región y es uno de los operadores más reconocidos en Brasil, Colombia y México. Betfair es auspiciante de CONMEBOL y explora oportunidades en países como Argentina, donde las regulaciones varían por provincia.
Bwin ha estado activo en mercados como México y Brasil, y ha firmado acuerdos con ligas y equipos locales.
Codere es una de las plataformas más activas en América Latina, con operaciones en México, Colombia, Uruguay y Argentina. Ha utilizado su fuerte presencia en apuestas físicas para impulsar su plataforma online.
Codere procura consolidar su liderazgo en la región y aprovechar su conexión con clubes de fútbol como River Plate (Argentina) y Monterrey (México).
Mucha tela para cortar
El crecimiento del fútbol como un negocio global ha hecho que las apuestas deportivas online se conviertan en una parte fundamental de su economía. Sin embargo, las preocupaciones éticas, sociales y legales asociadas a esta práctica no pueden ser ignoradas. El desafío para el fútbol no es solo capitalizar los beneficios financieros, sino también garantizar que el deporte siga siendo un espacio de integridad, pasión y juego limpio.
América Latina es un mercado de gran interés para las plataformas de apuestas deportivas debido a la popularidad del fútbol, el crecimiento del acceso digital y las recientes regulaciones que permiten la legalización del sector en países clave como Brasil, México y Colombia.
Plataformas como Bet365, Betway, 1xBet, y Codere ya están bien posicionadas en la región, mientras que otras, como DraftKings y FanDuel, están explorando activamente cómo ingresar en estos mercados emergentes.
Existen estudios académicos y reportes especializados que analizan la manipulación y las estafas en eventos organizados por la FIFA, aunque este tema también se encuentra ampliamente documentado en investigaciones periodísticas y en informes de organismos internacionales.
Muchos trabajos académicos y reportes investigan la corrupción en el proceso de adjudicación de sedes para eventos de la FIFA, como la Copa del Mundo.
La adjudicación de las Copas del Mundo de Rusia 2018 y Qatar 2022 ha sido investigada ampliamente, incluyendo acusaciones de pagos indebidos para influir en los votos de los delegados.
Informes como el de Michael García, encargado por la propia FIFA, y trabajos académicos sobre la gobernanza deportiva han señalado fallas estructurales en la organización.
Otro ámbito de investigación aborda la manipulación de resultados (match-fixing) en partidos organizados bajo el paraguas de la FIFA, incluyendo clasificatorios, torneos menores y hasta amistosos internacionales.
Los estudios destacan que los partidos de menor visibilidad son los más vulnerables a la manipulación, ya que los jugadores y árbitros de ligas menores tienen menos recursos económicos y pueden ser más susceptibles a sobornos.
Un estudio de la Universidad de Birkbeck en Londres, en colaboración con la Interpol, analizó cómo las redes criminales explotan el fútbol internacional para manipular resultados y facilitar el lavado de dinero a través de apuestas ilegales.
Con el auge de las apuestas deportivas online, algunos académicos han investigado cómo esto afecta la integridad de los eventos de la FIFA. Se ha señalado que las plataformas de apuestas son un catalizador para el "match-fixing" y que partidos menores suelen ser el blanco principal.
Estudios realizados por la Universidad de Lausanne han explorado cómo las apuestas ilegales en Asia afectan competiciones internacionales, incluyendo partidos FIFA.
La corrupción sistémica en la FIFA ha sido ampliamente documentada, especialmente tras el escándalo de 2015 que llevó a la detención de varios altos ejecutivos. Los estudios académicos han explorado cómo la falta de transparencia y rendición de cuentas permite que se perpetúen prácticas corruptas.
Trabajos como los de Declan Hill, un experto en corrupción deportiva, exploran cómo la FIFA y otras organizaciones deportivas internacionales han sido vulnerables a fraudes internos.
Investigaciones han analizado cómo los eventos de la FIFA son explotados por terceros para cometer estafas, como la venta de entradas falsas, la reventa ilegal y la concesión opaca de derechos de transmisión.
En el caso del Mundial de Brasil 2014, académicos destacaron cómo la reventa ilegal afectó a miles de fanáticos y subrayaron la necesidad de mayor regulación.
Muchos académicos han criticado la falta de gobernanza y transparencia en la FIFA como un factor que facilita las estafas y la manipulación. Algunos trabajos proponen reformas para mejorar los sistemas de control y garantizar la integridad de las competiciones.
Estudios de la Play the Game Initiative y de la Universidad de Columbia han subrayado la necesidad de una mayor regulación externa para las entidades deportivas globales.
¿Qué pasa en nuestro país?
En Uruguay se han publicado diversos artículos periodísticos que abordan el tema de las apuestas deportivas, tanto en medios impresos como digitales.
Las apuestas deportivas han experimentado un notable incremento en popularidad entre los uruguayos. Según datos de la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas (DNLQ), en 2023 se apostaron $5.635 millones en apuestas deportivas, representando el 25,19% del total jugado en juegos tradicionales. Este monto refleja un crecimiento del 11,42% respecto al año anterior.
A pesar de que Supermatch es el único operador autorizado para ofrecer apuestas deportivas en Uruguay, existen numerosas plataformas internacionales que operan de manera ilegal en el país. La DNLQ ha bloqueado más de 1.500 sitios web de apuestas no autorizados en un esfuerzo por controlar esta actividad. Sin embargo, los jugadores y las empresas de apuestas buscan formas de sortear estas barreras, lo que complica la fiscalización.
Expertos señalan que la competencia en el juego online puede promover comportamientos adictivos y disminuir la recaudación del Estado. Roberto Palermo, presidente de La Banca de Quinielas del Uruguay, ha expresado que la proliferación de operadores en el mercado online podría traducirse en un incremento de la ludopatía y en la disminución de los ingresos estatales.
El Poder Legislativo uruguayo ha estado estudiando proyectos de ley para regular el juego online, incluyendo las apuestas deportivas. La intención es lograr una visión integral de reorganización institucional que también involucre las responsabilidades regulatorias del juego online.
Estas iniciativas buscan establecer un marco legal claro para enfrentar los desafíos que presenta la expansión de las apuestas en línea.
Algunas empresas han establecido alianzas estratégicas para potenciar el entretenimiento en línea, combinando la transmisión de eventos deportivos con la posibilidad de realizar apuestas en tiempo real.
Por ejemplo, DIRECTV Uruguay y Supermatch sellaron una alianza que permite a los clientes registrarse en la plataforma de apuestas mientras ven sus eventos deportivos favoritos, integrando así ambas experiencias.
Han surgido rumores e investigaciones sobre posibles amaños de partidos en el básquetbol uruguayo, relacionados con apuestas deportivas. La Federación Uruguaya de Basketball (FUBB) ha manifestado estar investigando estas situaciones, que perjudican directamente al deporte y a todos sus agentes.
Estas publicaciones reflejan la complejidad y los múltiples aspectos relacionados con las apuestas deportivas en Uruguay, desde su creciente popularidad y los desafíos regulatorios, hasta las preocupaciones por la salud pública y la integridad deportiva.
En Uruguay se han presentado propuestas para modificar la legislación y “regular” el juego online y las apuestas deportivas y en la última administración dichas modificaciones han sido impulsadas desde el propio Poder Ejecutivo y con el apoyo de la propia Asociación Uruguaya de Fútbol y sus principales dirigentes.
En noviembre de 2021, el gobierno uruguayo, a través del Ministerio de Economía, presentó al Parlamento un proyecto de ley para regular las apuestas online.
La iniciativa decía buscar que el Estado supervisara y otorgara licencias a entidades privadas para la explotación de juegos en línea, estableciendo un marco legal para esta actividad. En estas iniciativas no han estado ausentes presiones o lobbies de operadores privados. El más notorio es el del empresario italonorteamericano Giusappe Cipriani quién aparentemente ha condicionado sus inversiones en la construcción de un mega emprendimiento inmobiliario y remodelación del Hotel San Rafael en Punta del Este al otorgamiento de concesiones para la gestión de casinos privados incluyendo la licencia para operar juegos online.
En agosto de 2022, el Senado aprobó por unanimidad el proyecto de ley que habilita al Estado y a los casinos radicados en Uruguay a ofrecer apuestas por internet. Durante el debate, se incorporaron modificaciones, como la obligación de destinar un 5% de las ganancias brutas a un fondo para tratar la ludopatía y la implementación de políticas de juego responsable.
Tras la aprobación en el Senado, el proyecto pasó a la Cámara de Diputados, donde ha enfrentado diversos obstáculos.
En diciembre de 2023, se propuso una enmienda que eliminaba la necesidad de un establecimiento físico para obtener licencias, permitiendo la inversión en proyectos específicos. Esta modificación generó controversia, ya que parecía favorecer a proyectos particulares.
La falta de acuerdo entre los legisladores ha llevado a que el proyecto permanezca estancado en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Las diferencias en la coalición de gobierno y las preocupaciones sobre la supervisión y control del cumplimiento del proyecto han impedido su avance.
Durante los debates, se han expresado preocupaciones sobre el potencial aumento de la ludopatía con la liberalización del juego online. Legisladores y expertos han abogado por la implementación de medidas de juego responsable y restricciones en la publicidad de las apuestas para mitigar estos riesgos.
Actualmente, el proyecto de ley sigue sin ser aprobado definitivamente. Las discusiones se han postergado en varias ocasiones, aunque se espera que el debate se retome en futuras sesiones parlamentarias.
En resumen, aunque ha habido iniciativas para modificar la legislación y regular el juego online en Uruguay, el proceso legislativo ha enfrentado múltiples desafíos y aún no se ha concretado una normativa definitiva al respecto que, por otra parte, tiene diversas resistencias.
Con toda la información disponible parece ser muy posible calcular el mercado potencial en una población como Uruguay, de 3.5 millones de personas, si se liberalizaran las apuestas deportivas online.
Calcular el mercado potencial de las apuestas deportivas online en una población como la de Uruguay, implica considerar varios factores como la tasa de participación en apuestas, el gasto promedio por usuario, y las tendencias del mercado en países comparables. A continuación, detallo un enfoque para realizar esta estimación:
La experiencia de mercados liberalizados sugiere que entre el 5% y el 10% de la población puede participar activamente en apuestas deportivas online. En países con una fuerte cultura de apuestas y fútbol, este porcentaje puede ser mayor.
Según datos de mercados maduros como España, Reino Unido y Colombia, el gasto promedio por usuario en apuestas deportivas varía entre 200 y 500 USD al año.
Se considera que la población mayor de edad (alrededor del 70% del total) es elegible para participar en apuestas.
Si las hipótesis estimadas resultaran acertadas, el mercado potencial de las apuestas deportivas online en Uruguay podría situarse entre 24,5 millones y 122,5 millones de dólares anuales, dependiendo de la tasa de participación y del gasto promedio por usuario.
Sin embargo, la fuerte tradición futbolística podría impulsar hacia arriba la participación en apuestas deportivas.
Si la liberalización incluyera incentivos fiscales o promociones iniciales, podría aumentar la participación en el corto plazo.
La entrada de plataformas internacionales y locales podría influir en la captación de usuarios y el volumen del mercado.
Una mayor inversión en marketing y facilidad para acceder a las plataformas puede incrementar la participación.
No obstante, aunque parezca contradictorio y en cierta medida paradójico o hasta cínico, estas acciones que fomentan las apuestas online son habitualmente acompañadas de políticas de juego responsable que procurarían limitar el crecimiento del mercado.
En mercados como España, el gasto anual en apuestas deportivas online es de alrededor de 1.500 millones de euros con una población de 47 millones, lo que representa unos 30 euros per cápita.
En Colombia, donde el mercado está regulado desde 2017, se reporta un gasto promedio de 50 USD per cápita anual en apuestas online.
Conclusión
Si Uruguay liberalizara las apuestas deportivas online, el mercado potencial podría representar entre 0,7% y 3,5% del PIB dependiendo del nivel de participación. Este cálculo subraya el atractivo económico de la liberalización, no es posible omitir los riesgos ni desdeñar la necesidad de una regulación adecuada para mitigar riesgos sociales y garantizar beneficios fiscales para el Estado. En ese sentido, la regulación debería mantener el principio de una plataforma única, acentuar la responsabilidad moral de los operadores privados y prevenir, perseguir y sancionar fuertemente a las infracciones legales que, a juzgar por los antecedentes, han sido más una regla que una excepción.
