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Foster Gillett y Juan Sebastián Verón.
Luego de más de tres semanas de espera, la paciencia empezó a agotarse y algunos dirigentes analizan dar por caído el acuerdo si el dinero no llega en los próximos días, lo que complicaría la llegada de más refuerzos, como el defensor Ezequiel Piovi, cuya incorporación se pudo sostener gracias a un adelanto de la Conmebol. Estudiantes espera una definición antes de este viernes, plazo en el que Gillett prometió realizar el pago. Sin embargo, el grupo ya hizo este tipo de promesas anteriormente sin resultados concretos, lo que genera todavía más escepticismo.
La posible asociación comercial como una sociedad mixta por 30 años divide opiniones entre los socios y hasta que no haya certezas sobre la llegada del dinero, el futuro del vínculo con Gillett está en duda. La decisión final quedará en manos de los socios, quienes deberán evaluar la propuesta en una asamblea extraordinaria que finalmente se celebrará en marzo en lugar de febrero, como estaba previsto. Allí se definirá si el club avanza o no con el grupo estadounidense.
La “Brujita” Verón: “Si no sale lo de Foster, me llevará puesto a mí"
El martes pasado, Verón habló de la situación con el grupo financiador y sostuvo que “el acuerdo con Foster no está en riesgo”. Manifestó que "la interna dirigencial no se va a llevar puesto a Foster. Esto es un proyecto mío. Si no sale, me llevará puesto a mí".
Confió en que “los compromisos se van a terminar cumpliendo. Por ahí no en el momento o en tiempo y forma”, lamentó, y espera “que esto no se repita en el futuro”. “Él (Foster Gillett) lo está trabajando desde la parte legal”, explicó el presidente de Estudiantes en una entrevista con Radio Provincia. “Son cuestiones que posiblemente se tendrían que haber trabajado antes y que él no las tenía contempladas y hoy sí lo va a tener que hacer y sobre todo para el futuro, para no volver a repetir este tipo de cuestiones”, remarcó Verón sin detallar.
Varios medios argentinos mencionaron inconvenientes de Gillett con el fisco argentino y las normativas del Banco Central con respecto a los ingresos de dinero desde el extranjero. El exjugador de la Selección Argentina aseguró que el estadounidense no está desaparecido y reveló que “es verdad que Foster Gillett viajó a Inglaterra” y detalló que “quedó trabado en cuestiones burocráticas que va solucionado, esperemos que, en la brevedad, por lo que tengo entendido”.
El periodista argentino Hernán Sisto dijo a Caras y Caretas que Gillett “quiere comprar un equipo inglés (Leicester) y que “los dólares están congelados en (un banco de) Inglaterra”, puesto que dicho “equipo inglés le pidió un aval del Tesoro de Estados Unidos” y esa sería la razón por lo que los fondos están retenidos.
River y Vélez enojados por los impagos de Foster Gillett
Pero la congelación de esos dólares no solo preocupa a Estudiantes, puesto que el grupo "compró" a Valentín Gómez (Vélez) por U$S 8,5 millones, para transferirlo al Udinese (Italia), pero el futbolista entrena en una plaza de Udine a la espera de que se resuelva la situación, de lo contrario volvería a Vélez los próximos días.
Tampoco River Plate recibió los 11,5 millones de dólares correspondientes por la rescisión de Rodrigo Villagra, negociación que generó “malestar” en la dirigencia del 'Millonario', ya que entienden que se realizó de una manera “deshonesta”.
Así lo expresó el secretario general de River, Stefano Di Carlo, quien apuntó directamente contra el presidente de Estudiantes: "Todo lo que hace y dice Verón genera desconfianza", apuntó. Además, el dirigente dejó en claro su postura respecto de las Sociedades Anónimas Deportivas. “Esta dirigencia ratifica la condición de las sociedades civiles. No estamos a favor de las SAD", aseveró.
River también le puso un ultimátum para que Gillett salde el pago acordado por el pase de Villagra. Desde Núñez le hicieron saber al entorno del empresario que, si la transferencia de dinero no impacta en las arcas del club para el sábado, el futbolista deberá volver a entrenarse en River desde el próximo lunes. El mediocampista ya lleva dos semanas entrenando por su cuenta, esperando la resolución y que aparezca un club que lo incorpore, lo que no es un aspecto menor.
Esto es porque, como explicó el presidente de River, Jorge Brito, en una entrevista con La Página Millonaria, “los clubes hacen las operaciones con los clubes, no con las personas”. “Acá hay una transacción que todavía no está materializada, y se va a concretar cuando aparezca un equipo al cual se le transfieran los derechos federativos. No es posible técnicamente hacer una transacción de un club a una persona física o a una sociedad anónima porque la FIFA lo impide”, explicó.
A todo esto, el vicepresidente del grupo y vocero de Foster Gillett en la región, el argentino Guillermo Tofoni, quien gestionó la llegada del capital privado al país, manifestó en declaraciones a AZZ que “el contrato final (por Rodrigo Villagra) no está firmado, está en proceso, así que una vez que eso esté terminado tendrán 15 días para hacer el pago correspondiente a River”.
Tofoni estableció un buen vínculo con el presidente argentino, Javier Milei, al gestionar la llegada del grupo estadounidense al país, como vanguardia del modelo SAD que quiere implementar el Gobierno libertario, en su afán de privatizar el fútbol argentino.
¿Qué pasa en Rampla?
De este lado del Río de la Plata, gracias a las gestiones del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso (expresidente picapiedra), el grupo de Foster Gillett desembarcó en Rampla Juniors para transformar la parte deportiva de la institución en una SAD, cambio que fue aprobado en una asamblea de socios el pasado 20 de diciembre, con 131 votos positivos de los 157 presentes.
Tras la aprobación, Roberto Fernández, entonces presidente del club (lugar que fue ocupado por Gabriel Kouyoumdjian, que ganó las elecciones pasado 28 de enero), manifestó a 100 % deporte de Sport 890 que “una de las cláusulas” que hay en el contrato con el grupo inversor “es que el plantel tiene que ser 100 % competitivo” y que “van a hacer una inversión inicial importante, primero para saldar todas las deudas (estimadas en U$S 7,5 millones) y quedar en cero para comenzar a trabajar. Es una fuerte inyección en ese sentido”, expresó, y agregó que el contacto con Gillett “no fue casualidad”: “Cuando nos enteramos de que estaban en Estudiantes empezamos a trabajar, fueron muchas reuniones y llamadas”.
Como en Argentina, Tofoni es el representante del grupo de Foster Gillett en Uruguay, quien a su vez es el CEO de la empresa World Eleven, que organiza partidos amistosos de selecciones, varios de ellos con la selección uruguaya de fútbol, durante la actual gestión de Nacho Alonso al frente de la asociación uruguaya.
Finalmente, el pasado 13 de enero, el grupo de Gillett selló su acuerdo con el club cerrense, en un contrato que los vincula por 30 años y la SAD se encargará del plantel profesional, divisiones formativas y mejoras en el Estadio Olímpico, puesto que lo quieren transformar en un “estadio boutique”, aseveró días atrás Tofoni, entrevistado en La Mañana del Fútbol del Espectador Deportes. También dijo que “se va a armar un equipo competitivo. Rampla va a ser protagonista en el torneo de la B”. Pensado a futuro, expresó: "Nosotros estamos convencidos de que vamos a pelearle de igual a igual a Peñarol y Nacional", incluso, "Rampla le va a comprar jugadores", como lo hizo "Estudiantes a Boca", aseveró el empresario argentino.
Por lo pronto, el club ya contrató a Leandro Somoza como director técnico, al tiempo que incorporó a una docena de futbolistas, seis de ellos argentinos, entre los cuáles está el hijo del exjugador de Racing de Avellaneda Claudio “Turco” García, Yamil; y en las útlimas horas se confirmó la llegada del lateral derecho argentino, Julio Buffarini, excampeón de Copa Libertadores en 2014 con San Lorenzo.
En diálogo con Caras y Caretas, el presidente de Rampla SAD (exvicepresidente de la AUF), Gastón Tealdi, dijo sobre la situación en argentina que según le comentaron es “un tema burocrático que se soluciona en cuestión de días”.
Aseguró que la institución uruguaya no ha tenido “ningún problema” y acreditó que “se hicieron los primeros pagos para poder arrancar”, en referencia a 630 mil dólares que llegaron para saldar deudas con la AUF y con otros acreedores.
Tealdi afirmó con cierta cautela: “Esperemos tener continuidad, por ahora viene todo bien”.
En las últimas horas, las palabras del nuevo presidente de Rampla Juniors (asociación civil) generaron incertidumbre en algunos socios picapiedras.
Kouyoumdjian dijo a la Sport 890 que los contratos de los nuevos jugadores “se están firmando con Rampla y no con la SAD”. Explicó que el grupo “viene a hacer negocios (al país) pero apuntan a un proyecto a largo plazo”, del cual dijo estar muy ilusionado: “Muchos equipos necesitan esta inyección de capitales extranjeros”.
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Gabriel Kouyoumdjian (presidente), Leandro Somoza (DT) y Aníbal Giménez (coordinador).
Las malas experiencias gerenciadoras en el picapiedra
Si hay gente que conoce malas experiencias gerenciadoras es la propia gente de Rampla y el flamante presidente del club, quien fue dirigente anteriormente.
La primera historia fue en 1998, cuando el entonces presidente Ramón Barreto tomó un barco y se fue a Argentina a buscar un empresario dispuesto a invertir en el club. Allí dio con Doménico Barbusci, un ítalo-argentino que viajó a Montevideo y se comprometió a invertir U$S 1.100.000. Sin embargo, algunos dirigentes de Rampla Juniors lo trataron de “chanta” y el negocio se cayó rápidamente.
Luego, en 2006, apareció un grupo gerenciador mexicano de la mano del empresario Fernando Pavón. La primera medida fue designar al chileno Oscar Del Solar como entrenador. Al año, los mexicanos se fueron y quedó Fernando Pavón, que lo había traído, ejerciendo el rol de gerenciador, pero ese acuerdo también se cayó y se retiraron de la institución dejando un tendal de deudas por delante.
En 2009, desembarcó al club del Cerro el grupo Open World, para hacerse cargo de todo el presupuesto e invertir en el club, pero, de nuevo, todo se derrumbó rápidamente. “Eso de gerenciamiento no tenía nada. Eran capitales colombianos que lavaban ese dinero mal obtenido en clubes deportivos, en este caso en Rampla. Todo terminó siendo denunciado penalmente. Fue como el cuento del tío”, lamentó en una entrevista con Referí el expresidente del club, José Luis Corbo.
En 2014, los dirigentes picapiedras volvieron a pisar el palito gerenciador. El entonces presidente Lucas Blasina, junto a otros dirigentes y allegados, presentó a dos empresarios argentinos interesados en gestionar la parte deportiva del club: Ricardo y Sebastián Pini. Allí se planteó la creación de una SAD, con un contrato por 10 años. El directivo Ignacio Durán explicó en ese momento: “Llegaron por intermedio del empresario y exjugador Miguel Messone. Hoy en día, Messone es gerente deportivo de IASA, SAD de buen funcionamiento. Estuvieron cuatro años en Chile, en el Rangers de Talca, club al que compraron en plena quiebra, y lo dejaron absolutamente saneado en términos económicos y en Primera División”. “Además de Rampla, están muy próximos a concretar la compra de un club en Escocia, que permitirá llevar jugadores nuestros a aquel país y trabajar en conjunto”, sostuvo Durán. Como los anteriores, ese acuerdo también se cayó.
Por último, en 2020 llegó a Rampla un grupo inglés. “Apareció Parnás como empleado de unos ingleses que querían invertir en un club del ascenso”, reveló el entonces secretario del club picapiedra, Kouyoumdjian.
“Se presentó una propuesta a la asamblea de socios por parte de Edgard Parnás como representante de un grupo radicado en Inglaterra. Ahora me entero de que es una señora que se dedica a la moda, en pareja con un exjugador inglés (Gerald Sagoe). Ellos proponían un contrato de 10 años prorrogable por 5 años más. Y en la propuesta formulaban que se iban a hacer cargo de todas las deudas y que iban a establecer una asignación para el presupuesto anual de Rampla de 650 mil para armar un equipo competitivo para el ascenso”, comentó Corbo.
Parnás tomó el control financiero de un club fuertemente endeudado y puso a Miguel Messones al frente del área deportiva del club. El grupo contrató a muchos jugadores para Rampla y uno de ellos llamó la atención: el inglés Arinse Uade que llegó desde RoPS de Finlandia. Uade llegó el 5 de julio y unos días después desapareció del país.
Ese acuerdo también cayó. A pocos días de tener que cancelar la deuda para poder jugar el torneo de la B, el grupo inglés, a través de Parnás, informó que el dinero que pensaban transferir a Uruguay les quedó bloqueado en una cuenta de Dubái.
Ahora el club cerrense confió en el grupo empresarial encabezado por Gillett, estadounidense de 47 años que es uno de los cuatro hijos de George, un magnate de los deportes, el entretenimiento y las telecomunicaciones. Su adquisición más destacada en materia futbolística fue la compra del Liverpool inglés en el año 2007. Pero el paso de la familia por los Reds no fue el mejor y culminó con una pelea entre los socios y en 2010 tuvieron que vender el club a New England Sports Ventures, ahora llamado Fenway Sports Group, por unos U$S 700 millones.
El interés de los Gillett por los clubes de fútbol no cesó e intentó comprar por U$S 300 millones al Olympique de Lyon (Francia), pero la operación no llegó a buen puerto y fue otro estadounidense, John Textor, quien lo adquirió. Textor es uno de los tantos empresarios a los que Nacho Alonso ha tentado en los últimos meses para comprar clubes del fútbol uruguayo y participar del negocio de los derechos de TV.