Claudio Veiga (CV): Lo primero es que es un gran gusto que me voy a dar al trabajar con Ernesto Faría. Lo conozco hace muchos años, es un tipo que va al hueso. La idea de este programa es que sea fuerte desde el punto de vista periodístico. Cuando digo fuerte, me refiero a la opinión, a las editoriales, pero también tendrá un diferencial: la investigación periodística. Ahí estará Simón López con toda la investigación. Y bueno, es un año muy particular porque se van a definir los derechos de televisación y será un año durísimo desde el punto de vista político.
Ernesto, primero, bienvenido. Qué placer contar contigo acá en Caras y Caretas.
Ernesto Faría (EF): Para mí es una alegría estar acá. Le agradezco a Claudio, que se me cruzó en el estadio y me dijo: "Yo quiero trabajar contigo". Las puertas acá se han abierto de una manera espectacular. Veo una disposición tremenda de la gente para hacer las cosas de la mejor manera y eso da gusto. Para empezar, todos con una sonrisa, todos sacando adelante el proyecto.
¿Y en cuanto al programa, qué tiene de diferente? ¿Qué buscamos que sea distinto? Está todo inventado, pero creo que tenemos periodistas capaces de profundizar en cuestiones más intrínsecas, de ir al fondo de las cosas, de tratar de entender realmente qué pasa. Porque Caras y Caretas va al fondo en todos los temas en general. Y el fútbol también tiene asuntos que requieren un análisis profundo para saber qué es lo que realmente ocurre. Se juega dentro de la cancha, pero afuera también suceden muchas cosas que la gente a veces desconoce, que solo escucha por arriba o que directamente no se cuentan con exactitud.
CV: Más allá de que los programas deportivos generalmente buscan primicias, yo soy de los que creen que la primicia no es solo dar la noticia, sino el desarrollo de la misma. Es decir, cómo se origina la noticia. Ahí es donde se le da una profundidad mucho mayor. No se trata solo de decir "fulano llegó a tal equipo", sino de contar cómo se dio la negociación, cómo fue el proceso desde el inicio. Para mí, eso es generar la noticia.
EF: La noticia nunca para porque siempre está ocurriendo algo, pero luego viene el análisis. Decís: "Llega un jugador a este equipo". Bueno, ¿pero cómo llega? ¿Por cuánto tiempo? ¿Por qué llega? ¿Cómo está físicamente al llegar? Luego se evalúa si está rindiendo o no. También hay que preguntarse qué negocios se hicieron para que ese jugador llegara. ¿Qué pasó en el medio?
Por supuesto, lo más lindo es hablar de fútbol, y vamos a hacerlo, porque a la gente le gusta hablar del partido, de si estuvo bueno, de qué pasó. Tenemos la premisa de Valdano que dice que La pelota no entra por casualidad. ¿Y qué significa eso? Significa que detrás de la pelota que entra hay mucha gente trabajando, tanto dentro como fuera de la cancha. Y cuando la pelota entra, hay una serie de consecuencias. Para el equipo que recibe el gol, pueden surgir complicaciones. Para el equipo que lo hace, se generan oportunidades. Y detrás de todo eso, hay muchos negocios.
¿Y de eso se va a hablar en el programa? ¿Van a tratar todos esos temas que a veces son un poco escabrosos?
CV: Exacto, los temas políticos. Lamentablemente, aunque lo más lindo sería hablar del juego, de las tácticas y la estrategia, muchas veces todo eso queda en segundo plano. Porque hoy, la política del fútbol es más protagonista que el fútbol en sí. Los negocios que hay detrás son monstruosos.
Incluso hay un informe que vamos a reeditar en el programa sobre las sociedades anónimas deportivas, para contar cosas que no se saben. Es una investigación de Simón López sobre lo que pasa con los barras, sobre cómo ingresan ciertas cosas a los estadios. Más allá de los clásicos, hemos visto cómo entran banderas robadas, pirotecnia y todo lo que está prohibido. ¿Cómo ingresan? ¿Por dónde? ¿Cuándo?
Nosotros vamos a investigar todo eso. Pero además, queremos aportar soluciones. Queremos ofrecer un enfoque que ayude a la sociedad a entender cómo mejorar las cosas y evitar ciertos problemas.
EF: También hay temas que debemos abordar, como la salud mental de los futbolistas. Las presiones son enormes. Los futbolistas las sienten cuando no logran sus objetivos, cuando no están jugando, cuando se lesionan o cuando atraviesan problemas familiares que cargan a lo largo de la semana y no pueden manejar. Problemas que tenemos todos, pero en su caso se suma la presión de tener que ganar. Nosotros podemos tener dificultades, pero vamos a trabajar y seguimos adelante. Ellos, en cambio, necesitan ganar para trabajar. Si no ganan, no tienen ingresos. Si no tienen ingresos, no pueden ascender de un equipo a otro, y eso genera una carga emocional muy fuerte.
Además, aunque parezca mentira, el futbolista sufre mucho cuando no juega. Si no está en la cancha, siente que no es valorado. Ellos son jugadores, necesitan estar en el campo. Y cuando no tienen minutos, cuando no son tomados en cuenta, eso les genera problemas de salud mental y, en algunos casos, los lleva a tomar decisiones drásticas que debemos tratar de prevenir.
¿Van a contar con invitados que analicen estos temas desde un punto de vista profesional?
CV: Sí, no solo sobre estos temas, sino sobre todos los asuntos relevantes. Siempre vamos a contar con un entrevistado central que nos ayude a desarrollar la noticia del día. La idea del programa es marcar agenda, que lo que se discuta en Tarde de fútbol tenga repercusión en otros programas deportivos al día siguiente.
EF: Y deben ser personas idóneas, que aporten desde el conocimiento, con estudios, con preparación. Queremos abordar los temas con seriedad y profundidad. Si es necesario, dedicaremos programas enteros a ciertos temas, sin límites de tiempo, porque a veces el formato tradicional impide profundizar en las cuestiones realmente importantes.
CV: También vamos a tener la información de los dos equipos grandes, con periodistas que seguirán de cerca a cada club. Ellos nos traerán información de primera mano. Alternaremos entre información, opinión y debate, porque en muchas ocasiones vamos a pensar diferente y vamos a discutir los temas con argumentos. Gastón García por Nacional y Álvaro Ferreira por Peñarol serán nuestros cronistas. Tendremos información de primera mano gracias a ellos.
¿Algún adelanto de los programas que están por venir?
CV: Por ejemplo, una de las ideas que tengo y que ya comenté con Ernesto es la de la"lista negra". Me gustaría, por ejemplo, invitar a los responsables de los operativos policiales en los estadios para que expliquen cómo funcionan. La idea no es que las propuestas queden archivadas en un ministerio sin que nadie las vea, sino que el público las escuche y haya testigos de lo que se plantea. Queremos aportar al fútbol más allá del periodismo, generando soluciones. No venimos a competir con otros programas, sino a hacer un periodismo fuerte, que marque agenda.
EF: Exacto, hay una visión crítica, pero también constructiva.
Por ejemplo, ya les aseguro que vendrán árbitros al programa. Son los más criticados, pero queremos que cuenten cómo trabajan, qué hacen para mejorar, cómo entrenan, cuánto tiempo le dedican a su preparación. Nadie sabe que hoy en día se trabaja tres veces más que antes.
A pesar de los errores, los árbitros hacen un gran esfuerzo. También sufren las consecuencias de sus fallos. Entonces, hay que ver la otra cara del ser humano que está detrás de su trabajo. ¿Alguien sale a hacer su trabajo pensando en equivocarse? Nadie. Nadie se equivoca a propósito. Por eso, hay que enfocarse en el lado constructivo, ¿qué podemos hacer para que la sociedad entienda que todos están tratando de hacer las cosas bien?
¿Aprovecho para preguntarles qué papel tiene que “jugar” el Estado dentro del ámbito del fútbol?
EF: Creo que el fútbol tiene un autosustento económico con mucho dinero. Y me parece que el gobierno, en ese sentido, tiende a enfocarse en otros deportes que no tienen tanto apoyo. Cada vez que una disciplina compite en los Juegos Olímpicos, ya sea judo, karate, boxeo o natación, vemos a los deportistas pidiendo dinero para poder viajar. Me parece que el gobierno tiene muchos frentes que atender como para ser patrocinador de todo. Sin embargo, sí debería involucrarse más en que el dinero del fútbol sea bien manejado. Se necesita un control sobre los capitales que se mueven en el deporte, cómo se manejan y cuáles son los negocios detrás. El Estado debería supervisar para que el fútbol crezca de manera ordenada y transparente.
CV: Y a esto hay que sumarle otro aspecto clave, la seguridad. Creo que el gobierno, especialmente el Ministerio del Interior, debe involucrarse más en el tema. La seguridad en los espectáculos públicos es fundamental. No puede ser que se desplieguen 600 efectivos en un operativo y aun así falle sistemáticamente. Siguen entrando objetos prohibidos, pirotecnia, elementos robados, y luego nos dicen que fue un operativo exitoso. Hay formas de prevenir estas situaciones, pero para eso se necesitan políticas de Estado. Si querés prevenir los delitos en el fútbol, lo podés hacer. ¿Cómo? Si un partido empieza a las 20:30 y el estadio se abre a las 17:30, podrías realizar un allanamiento profundo del estadio a las 14:00, con la policía ya dispuesta en todos lados antes del ingreso del público. Así, evitarías la introducción de objetos prohibidos. Pero esto no se hace. ¿Qué sucede entonces? La gente entra antes y esconde lo que no debería estar allí.
EF: Sí, y también existe una competencia entre la policía estatal y la seguridad privada en los estadios. ¿Quién actúa? ¿Quién no? ¿Quién es responsable cuando ocurre un problema grave?
CV: La seguridad privada no puede intervenir en ciertos casos, y la policía está afuera del estadio. Entonces, dentro del estadio puede pasar cualquier cosa y nadie interviene hasta que la situación se torna grave. Y cuando la policía entra, ya es demasiado tarde. Falta un enfoque real de prevención. Tenemos que hablar profundamente sobre los problemas de seguridad en el fútbol y encontrar soluciones.
Finalmente, ¿qué otras características tendrá el programa y que quieren que el público conozca?
EF: Primero, tenemos absoluta independencia, libertad, autocrítica y también capacidad de crítica. Los oyentes van a poder participar; quienes nos estén mirando podrán darnos su punto de vista a través del chat del programa, sugerir temas y proponer entrevistas. A veces, uno cree que va a hablar de un tema, pero la gente propone otro, y de repente hay varias personas comentando sobre algo que termina siendo el eje de la discusión. Queremos que la audiencia participe y que nos diga qué quiere saber, a quién quiere que entrevistemos y qué preguntas deberíamos hacer. Además, tenemos que lograr que los entrevistados se sientan cómodos, que puedan explayarse y decir lo que piensan sin que la entrevista tenga un tono inquisitivo. Queremos generar un clima de diálogo y análisis profundo.
CV: Como dice Ernesto, evidentemente vamos a ser incisivos. Si estamos en desacuerdo con el entrevistado, se lo vamos a plantear con fundamentos. No es que quien venga al programa recibirá un trato complaciente. La idea es intercambiar con respeto. Uno puede disentir con cualquier entrevistado y eso no te hace ni mejor ni peor persona. Al contrario, creo que el disenso con respeto te hace ganar el respeto de los demás. Cuando disentís con argumentos, podés debatir las veces que sea necesario.