"Un recuerdo perenne que no debemos olvidar. No tenemos tan siquiera derecho a ello", expresó el presidente Orsi en un mensaje enviado a la ceremonia. También evocó el legado de paz del recientemente fallecido papa Francisco, en alusión a la necesidad de resistir al rearme global y a la violencia política.
Por su parte, la vicepresidenta Carolina Cosse destacó el aporte de la colectividad armenia al país, y subrayó la importancia de la memoria como herramienta de construcción histórica. "Siempre contarán con el pueblo uruguayo para ese recorrido", afirmó.
Artsaj: la urgencia del presente
Pero el recuerdo no se agota en el pasado. La conmemoración de este año estuvo atravesada por la denuncia a los crímenes cometidos desde 2020 por Azerbaiyán contra la población armenia originaria de Artsaj, con apoyo de Turquía. Para la diáspora armenia y para organizaciones como el Consejo Nacional Armenio de Sudamérica, se trata de una continuidad de las políticas genocidas iniciadas en 1915.
La Dra. Irene Massimino, experta en Derecho Penal Internacional, advirtió sobre juicios ilegítimos a prisioneros armenios y el desequilibrio en las negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán: “Víctima nunca es igual a victimario”, remarcó.
En esa misma línea, Gariné Guerguerian, en nombre del Consejo Causa Armenia del Uruguay, afirmó: “El apetito de los genocidas no se ha saciado. Uruguay tiene un importante rol para jugar en el ámbito internacional para que el derecho del pueblo armenio al retorno sea respetado”.
Voces que rompen el silencio
Sebastián Valdomir, presidente de la Cámara de Representantes, aseguró que "Uruguay apuesta por el respeto al derecho internacional" y que el compromiso con la causa armenia seguirá vigente "gobierne quien gobierne".
Durante el acto, también se leyó un mensaje de Ishkhan Saghatelyan, presidente del Grupo de Amistad Interparlamentario Armenia–Uruguay, y se entregó una obra del artista Shmavon Shmavonian a las autoridades uruguayas como símbolo del hermanamiento entre ambos pueblos.
A 110 años del genocidio, y a 60 del histórico reconocimiento uruguayo, el mensaje a transmitir es que no hay lugar para la indiferencia. En un mundo tensionado por guerras, rearmamientos y discursos de odio, Uruguay vuelve a decir presente desde su tradición humanista y pacifista.
“Sigamos luchando desde el Uruguay por un mundo donde el multilateralismo logre sus cosas, donde en tiempo de tambores de guerra prime la sensatez”, expresó el presidente Orsi. Porque como bien se dijo en el acto conmemorativo... el silencio nunca es neutral.