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Editorial AUF | BROU | denuncias

LA JUSTIFICADA PREOCUPACIÓN DE IGNACIO ALONSO

La AUF perdió 19.5 millones de dólares en 5 años

En 5 años, entre Bordaberry y Alonso perdieron 19.500.000 dólares. No lo dice Caras y Caretas, lo constatan documentos del BROU.

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El tema de los balances de la AUF, las decisiones del BROU y las denuncias recientes han generado un gran revuelo en el ámbito deportivo y financiero de Uruguay. Este artículo se centrará en explorar las acusaciones, las irregularidades detectadas y las implicancias para las distintas partes involucradas, incluyendo las novedades sobre denuncias mencionadas y las sorpresivas declaraciones de Ignacio Alonso procurando desestimar las acusaciones y culpando de las notas periodísticas a un ignoto “operador” que no identifica pero que dice conocer.

Las denuncias contra la AUF

Desde hace meses, un grupo de clubes profesionales del fútbol uruguayo ha denunciado graves irregularidades en la gestión económica y financiera de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Estas acusaciones están enmarcadas en una denuncia penal presentada ante un juzgado de Crimen Organizado. Entre los principales señalados figura Ignacio Alonso, quien, junto a otros dirigentes, ha sido acusado de irregularidades en los balances contables, desvío de fondos y hechos que aparentan ser delictivos. Estas denuncias están respaldadas por destacados juristas como el profesor Gonzalo Fernández y la Dra. Daiana Abracinskas, aunque fueron enfáticamente rechazadas por los acusados, quienes han manifestado que se basan en suposiciones difíciles de sostener.

Las irregularidades en los balances y el rol del BROU

Las acusaciones han revelado irregularidades en los balances contables de la AUF, lo que llevó al Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) a tomar medidas significativas. Según lo divulgado, el BROU recategorizó a la AUF, reduciendo su línea de crédito a 7,5 millones de dólares y exigiendo nuevas garantías. Entre las garantías solicitadas está la cesión del contrato con la empresa Nike, cuyo contenido ha generado controversia por la confidencialidad y falta de transparencia en su aprobación.

El BROU también investiga la posibilidad de que la AUF haya presentado los mismos créditos como garantía tanto ante el banco como en un préstamo recibido de la Conmebol valorado en 10 millones de dólares. Esta duplicidad podría constituir un engaño al sistema financiero.

Las críticas a la gestión de la AUF

Uno de los puntos más controvertidos es la gestión autoritaria y la falta de transparencia de las autoridades de la AUF. El reciente contrato con Nike, que incluye una extensión por ocho años, fue aprobado bajo una cláusula de confidencialidad que impidió a los clubes y al BROU conocer su contenido completo. Además, la Comisión de Contralor y Transparencia, que debería haber avalado el contrato según el estatuto de la AUF, no existe en la práctica desde hace tres años, ya que sus miembros renunciaron debido a la imposibilidad de cumplir sus funciones.

A pesar de esta situación, el Comité Ejecutivo de la AUF aseguró falsamente a los clubes y al Congreso que la Comisión había aprobado el contrato. Esta conducta ha sido descrita como engañosa y pone en entredicho la credibilidad de la administración actual.

Implicancias legales y financieras

El impacto de estas irregularidades no se limita a las relaciones entre la AUF y el BROU. También afecta a terceros como la empresa Nike, los clubes, la fiduciaria AFISA y la propia Conmebol. Se ha informado que los ingresos comprometidos como garantía no ingresan directamente a las cuentas de la AUF en el BROU, sino a cuentas en otro banco (Santander), lo que genera desconfianza. Además, se ha cuestionado que la fiduciaria AFISA no haya sido informada del préstamo de la Conmebol, lo que podría comprometer las garantías ya cedidas.

La carta de Liverpool y nuevas denuncias

Recientemente, el presidente del club Liverpool, José Luis Palma, envió una carta contundente al BROU denunciando que el contrato con Nike carece de validez jurídica. Según la carta, no se cumplió con el requisito estatutario de obtener el aval de la Comisión de Contralor y Transparencia. Este documento aporta pruebas adicionales sobre la falta de transparencia en la gestión de la AUF, destacando el testimonio de un integrante de la Comisión que confirma que no se le consultó ni informó sobre el contrato.

La situación actual de la AUF es crítica. Las denuncias por irregularidades financieras y la falta de transparencia han erosionado la confianza de instituciones clave como el BROU y los clubes afiliados. El balance 2023 revela una pérdida patrimonial sustantiva y, si bien aún está por verse el desenlace judicial y financiero de este conflicto, resulta evidente que la AUF necesita un cambio profundo y muchísima más transparencia en su gestión para recuperar credibilidad y estabilidad.

Donde menos se espera salta la liebre

Sorpresivamente, el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, que hasta ahora había mantenido un curioso silencio y parecía desestimar la entidad de las denuncias y su repercusión mediática, declaró el jueves pasado, en una nota publicada en el diario El País, que las informaciones trascendidas eran sólo resultado de la intervención de un “operador”, que dijo conocer y no nombró, al que vinculó a un interés político y lo relacionó con una entidad deportiva.

El nerviosismo del alto ejecutivo de la AUF, que a la vez es funcionario de Conmebol, evidencia que podría estar en conocimiento de discusiones en el directorio del BROU y de una denuncia que dos directores del mismo —Pablo Sitjar, que integra el directorio propuesto por Cabildo Abierto, y Leandro Francolino, quien fue propuesto por el Frente Amplio— hicieran en la Fiscalía de Crimen Organizado que lleva adelante las investigaciones sobre posibles irregularidades financieras que habrían ocurrido en AUF en los últimos años y sobre las responsabilidades que pudieran tener sus autoridades.

La denuncia presentada no se trata de un rumor ni una operación irresponsable de un operador carente de ética, sino de la obligación legal de dos jerarcas de la administración pública que han creído hallar indicios de conductas ilícitas al detectar que las garantías suministradas por las autoridades de la AUF al BROU para respaldar sus créditos serían las mismas que respaldan un préstamo de 10 millones de dólares que Conmebol adelantara a la AUF con el respaldo de posibles créditos a cobrar.

Lo que no es posible ocultar es el malestar que existe en los distintos servicios del BROU que se sienten presionados por una situación irregular que involucra a una institución cuyas actividades tienen una notoria repercusión mediática y despiertan un gran interés público.

En ese sentido, ha llamado la atención que los eficientes servicios técnicos del BROU hayan demorado más de dos meses en informar sobre los alcances de la calificación crediticia de la AUF cuando era notorio que no habían presentados su documentación contable y que cuando presentaron su Balance del 2023 lo hicieron antes de haber sido aprobados por el Congreso y con errores o irregularidades que evidenciaban un deterioro patrimonial de una magnitud sorprendente.

Tal vez hayan operado en esa dirección las apresuradas declaraciones que hiciera hace dos meses el presidente del BROU, Salvador Ferrer, al periodista Leonardo Sarro, descalificando lo que denominó “filtraciones sin fundamento” y asegurando que todo lo de la AUF estaba en regla y que la continuidad del tratamiento del BROU a la AUF no estaba en entredicho y seguiría inalterable en el futuro.

Lo cierto es que luego de dos meses y habiendo renunciado el gerente del área de riesgos, los servicios técnicos confirmaron que el crédito a la AUF debiera ser recategorizado, lo que significa una pérdida para el BROU de casi 4 millones de dólares que deben ser provisionados por el riesgo de incobrabilidad, que las garantías serían insuficientes —de confirmarse que las mismas estaban duplicadas— y que parecería necesario al menos reforzar las mismas de manera de proteger al Banco de potenciales incumplimientos.

Anote el lector porque hay más novedades para este boletín

1. Tenemos entendido que Pedro Bordaberry, quien, como veremos más adelante, es un protagonista inocultable de esta novela, el 10 de setiembre, en ocasión del partido de Uruguay y Paraguay en el Estadio Centenario, estaba enterado y comentó con algunos interlocutores acerca del tratamiento que había merecido en el Directorio del BROU la situación financiera contable de la AUF y la advertencia de los servicios acerca de la documentación que requería el cliente, y sobre todo el Balance 2023.

Como esto está en nuestro conocimiento desde esa fecha que Ignacio Alonso tal vez recuerde, porque fue abucheado por el público asistente, el presidente de la AUF debería buscar entre los que participaron en esa reunión de directorio quién puede haber sido el que filtró a “Pedro” la información que hoy atribuye a un fantasma que sólo él conoce. Como esa noche Alonso compartió una mesa en el palco oficial con Pedro y el fantasma, me imagino que sabe de quién está hablando.

2. Tenemos entendido que funcionarios del BROU fueron advertidos de que podría perderse la calidad de sponsors de la Selección y podría ofrecerse la misma al Banco Santander.

Esta sorpresiva amenaza ha causado malestar en el banco estatal e inquietud por saber los alcances de esta advertencia y si la misma estaba o no en conocimiento de las autoridades de AUF.

3. Ante el requerimiento del BROU solicitando a AUF el contrato de Nike para robustecer sus garantías, ésta respondió que no podría hacerlo por estar amparado por una cláusula de confidencialidad. En sustitución, habría presentado una breve certificación notarial haciendo constar que, resultado de una traducción del idioma inglés, certifica los montos que recibiría la AUF en virtud de ese acuerdo, que incluyen una entrega inicial, un monto que pagaría en los ocho años que cubre la transacción, una regalía adicional y un volumen de ropa que Nike cotizaría a precio de “mayorista”. El resto del contenido del contrato mencionado estaría protegido por la confidencialidad y semejante secreto, como todos los secretos, despierta sospechas, tales como la eventualidad de que la “cláusula” oculte extremos que no han sido informados a los clubes, como podría ser la existencia de comisionistas o intermediarios que hubieran acercado a dicha marca a la AUF a cambio de una remuneración.

4. Dijimos que Pedro es un protagonista insoslayable y pocas líneas más arriba prometimos decir por qué. Resulta que del estudio de los balances de la AUF de los últimos 10 años surge que la AUF era una institución próspera hasta que fue intervenida por el electo senador Pedro Bordaberry y el actual ministro de Defensa, Armando Castaingdebat. De ahí en adelante no hizo más que perder plata todos los años hasta llegar a la situación actual en que tiene un patrimonio negativo de 4.500.000 dólares.

En diciembre de 2018, año de la intervención, tenía un balance con un patrimonio positivo de 15.000.000 de dólares; en 2019, un patrimonio positivo de 6.500.000; en 2022, 3.500.000 y en 2023 un patrimonio negativo de 4.500.000 dólares.

En 5 años, entre Bordaberry y Alonso perdieron 19.500.000 dólares. No lo dice Caras y Caretas, lo constatan documentos del BROU. Los 10.000.000 de dólares que prestó la Conmebol y los U$S 9.500.000 que prestó el BROU “matchean” perfectamente con la pérdida de patrimonio señalada. Ahora también sabemos quién pagó la fiesta. Y los números encajan.

Las próximas semanas serán decisivas tanto en el ámbito judicial como en las negociaciones con las instituciones involucradas.

Alonso tiene razón en estar preocupado porque está sentado en un barril de pólvora.

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