El canal C5N informó que Bullrich dijo que se detuvieron a cerca de 150 personas. Sin embargo, el comunicado oficial de su Ministerio indicó poco después que fueron 124 detenidos: 30 mujeres y 94 hombres.
En el lamentable saldo de esta acción policial hubo al menos 15 heridos de gravedad; uno de ellos fue el fotoperiodista Pablo Grillo al que le dispararon a la cabeza una granada de gas lacrimógeno. Grillo está todavía internado en el hospital de Ramos Mejía y su estado es muy grave. Otros periodistas, camarógrafos y fotógrafos también fueron agredidos y sus equipos de trabajo fueron dañados.
Más que justo, urgente
El principal reclamo de la marcha es un aumento en las jubilaciones que fueron brutalmente recortadas por el gobierno libertario que encabeza Milei.
En la actualidad, indican los medios argentinos, la jubilación mínima es de $273.086,50 y, sumando a un bono extraordinario de $70.000, llega a $343.086,50. Este monto no cubre una canasta básica para un hogar que es de $1.056.601,3.
Ante esta situación, la plataforma de reclamos de los jubilados, que despertó la solidaridad de múltiples organizaciones sociales, se estructuró en tres puntos: un aumento en las jubilaciones (hoy la mínima es de 279 mil pesos más un bono de 70 mil); recuperar los medicamentos gratis, ya que el gobierno de Milei restringió la canasta del PAMI y el precio de los remedios se triplicó; que se reabra la moratoria previsional, dada de baja por La Libertad Avanza, porque 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones cercanos a la edad de retirarse no podrán jubilarse sin ella.
Autoritarismo y miedo
Todo indica que se inicia una fase de más autoritarismo y mayor violencia contra quien se oponga al gobierno de Milei o intente expresar un reclamo sin resignarse a lo testimonial, analizó Página 12. "El mensaje de la jornada es ese: tengan miedo. Protestar puede costar más que unas horas de detención o una corrida".
La respuesta represiva, inaugurada por Bullrich en diciembre de 2023, diez días después de la asunción de Javier Milei en la Casa Rosada, se venía centrado en desorganizar a los sectores populares más pobres, como los movimientos sociales, y a las protestas de cariz más político, como las manifestaciones contra la Ley Bases, siempre con cierto cuidado de a quién darle con el garrote. Cuanto más pobre y marrón, mejor. Se amplió a los jóvenes con la Ley Bases; llegó a los jubilados y parece que va a lograr naturalizar pegarle a los viejos.
La marcha de ayer empezó a poner en el radar, además, a otros sectores, tras estigmatizarlos como barrabravas. Por más que la ministra asegure que los manifestantes fueron "lúmpenes, energúmenos o mafiosos", lo que se vio en la plaza fue otra cosa: gente laburante, con su camiseta pero con argumentos, no barrabravas movidos por el gusto de romper--. También avanzó con dar palos pese a que la movilización había juntado un buen número. Si se busca anotar una cal y otra de arena, puede señalarse otro dato a mirar: la presencia de varones no militantes ni muy politizados que se sintieron convocados a la protesta, algo que no era, hasta ahora, para nada frecuente.