Libra era la cripto que había lanzado Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, y debió cambiarle el nombre porque no tuvo éxito.
Milei y la reunión con el desconocido
Dos semanas atrás, el presidente recibió a un "empresario" que lo asesoró en blockchain e inteligencia artificial, pero resultó ser un completo desconocido en el sector, al punto que ni siquiera en Google había información sobre él.
Una persona al tanto de las movidas cripto dijo a LPO que "Milei está en un viaje muy particular". "Es una moneda de mentira, un escándalo internacional que entra en el top five de locuras del presidente", dijeron las fuentes. "Cositorto y el Zanahoria pidieron un poco de seriedad", bromearon.
Los periodistas amigos del gobierno y diversos trolls y operadores del mercado libertarios que entendieron la gravedad de lo que estaba pasando se esforzaron por tratar de instala que la cuenta de X de Milei había sido jaqueada.
Pero el propio Presidente los dejó sin argumentos, en diálogo con Bloomberg Línea, Milei confirmó este viernes casi a la medianoche que "el proyecto es real" e implica "puro financiamiento privado".
Milei promocionó al máximo la polémica iniciativa fijando el tuit en el inicio de su cuenta en X. Esta actividad siendo Presidente lo expone a posibles problemas legales, que podrían agravarse si se comprueba que entre la fulgurante subida de la cripto y su desplome posterior hubo una toma de ganancias a costas de inversores desprevenidos que confiaron en la recomendación presidencial. "Ganaron entre 7 y 8 palos verdes", afirmó a LPO un especialista en criptomonedas que siguió atentamente la secuencia.
El caso ya generó reacciones en la oposición: el radical Martín Lousteau y el peronista Juan Grabois pidieron que actúe la Justicia. "Señor presidente promover una empresa privada -que además pinta ponzi- desde el sillón de Rivadavia es una falta ética grave y probablemente un delito reprimido por el artículo 265 del código penal. Teléfono fiscales", posteó Grabois.
La gravedad de la situación llevó a distintos colaboradores a tratar de explicarle a Milei que lo que estaba haciendo esta mal, pero al menos hasta el final de este viernes, el Presidente no escuchaba razones. "Insiste que es una genialidad", afirmó desolado a LPO, un funcionario de la Presidencia.
Los propios "cripto bro" lo están criticando y en Economía ya están haciendo correr la versión de que a Milei le hackearon la cuenta porque no saben cómo justificar la aventura del libertario a sólo días de su viaje a Washington, en donde esperan que encamine el acuerdo con el Fondo en su reunión, aún no confirmada, con Donald Trump.
Pero la propia Lilia Lemoine, muy cercana al presidente, se esforzó en aclarar en las redes que no se trataba de un hackeo.
El FMI tiene una mirada muy cautelosa sobre las criptomonedas. Si bien admitió en su página oficial que podrían ser el futuro del dinero, advierte que uno de los mayores riesgos asociados a su uso es el anonimato. Según el organismo, el anonimato puede permitir las actividades ilícitas, como el financiamiento al terrorismo o el lavado de dinero.
La moneda de Milei fue empujada por algunos fanáticos seguidores del presidente que tras un "impulso" inicial dijeron que valía más que un banco, pero el precio se derrumbó en cuestión de minutos.
"Para los que no entienden, un rug pull es una estafa de inversión en criptomonedas en la que los creadores o desarrolladores de un proyecto de criptomonedas abandonan repentinamente el proyecto o salen de la estafa, llevándose consigo todos los fondos invertidos por los usuarios", tuiteó Lady Market, la asesora financiera cercana a Milei, que después de denunciar esa estafa seguramente dejará de ser cercana a Milei.
Fuente: LaPolíticaOnline