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ASOCIARMEUna fatalidad sacudió a Salvador, Brasil, cuando parte del techo de la icónica Iglesia y Convento de San Francisco se derrumbó.
Caras y Caretas Diario
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El 5 de febrero de 2025, una tragedia sacudió Salvador de Bahía, Brasil, cuando parte del techo de la histórica iglesia y Convento de San Francisco se desplomó, causando la muerte de una turista y dejando al menos cinco heridos.
La víctima fue identificada como Giulia Panchoni Righetto, una joven de 26 años originaria de Ribeirão Preto, en el estado de São Paulo. El colapso ocurrió alrededor de las 14:30 horas, cuando el techo del ala central de la iglesia cedió, cayendo sobre el área donde los feligreses asisten a misa. En ese momento, no se celebraba ninguna ceremonia, pero había un grupo de turistas en el lugar.
Las autoridades locales informaron que otras cinco personas resultaron heridas, entre ellas otro turista, quienes sufrieron lesiones leves y fueron trasladadas a centros de salud para su evaluación. Ninguna de ellas corre riesgo de muerte.
El director de Defensa Civil de Salvador, Sósthenes Macedo, explicó que la iglesia fue clausurada temporalmente para evitar nuevos accidentes y garantizar la seguridad de los investigadores. "Es un episodio donde se desplomó casi toda la parte central de la iglesia. Claro que aún quedan las estructuras laterales, y esas también necesitan atención. El lugar permanecerá cerrado porque, en el escenario que encontramos hoy, lamentablemente, perdimos una vida", declaró.
La iglesia y Convento de San Francisco, ubicada en el centro histórico de Salvador, es considerada una de las "Siete Maravillas de Origen Portugués en el Mundo" y forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Construida en el siglo XVIII, es reconocida por su arquitectura barroca y su interior ricamente ornamentado con tallas de madera dorada y azulejos portugueses.
Este lamentable incidente pone de relieve la importancia de la conservación y el mantenimiento de los monumentos históricos, especialmente aquellos que atraen a numerosos visitantes. Las autoridades locales y nacionales deberán investigar las causas del colapso y tomar medidas para garantizar la seguridad de estos patrimonios culturales.
