El vendedor de humo
Cuenta la historia que, allá por el 2005, Martín Lema era un aventajado estudiante de Derecho y militaba en la Corriente Gremial Universitaria (CGU). Había escuchado unas declaraciones del entonces joven diputado Luis Lacalle Pou, y sintió que lo representaba. Se las ingenió para conseguir su número de teléfono y, junto a dos amigos inseparables, Nicolás Martinelli y José Luis Satdjian, lo fueron a visitar al despacho 429 del edificio anexo del Poder Legislativo.
Al presentarse, le dijeron claramente que eran un grupo de jóvenes blancos que “venían trabajando en la facultad y pensaron en él para comenzar a trabajar en Montevideo”. El entonces joven diputado por Canelones los paró en seco. “Muchachos, les agradezco la confianza, pero yo con el tiempo de la gente no juego. Si hoy les digo que voy a entrar a Montevideo, estaría mintiendo y les haría perder el tiempo. Les recomiendo que busquen otra opción porque soy de Canelones y no está en mis planes salir de ahí”.
Se fueron desconcertados, no sabían qué hacer. Pero no se desanimaron. A mediados del 2006 llegó la llamada que tanto esperaban. “Muchachos, vamos para adelante”, les dijo Lacalle Pou. Así arrancaron. La barra, como se llaman ellos a sí mismos, comenzó a militar sin tregua y a pensar en grande. Después vino la concesión de “Aire Fresco” y allí estuvieron desde el inicio.
En las elecciones del 2009, Lema fue suplente de Álvaro Delgado a la Cámara de Diputados, y se transformó en el asesor estrella del legislador Lacalle Pou. En el 2014 llegó su primera banca, que repitió en el 2019. Al año siguiente fue electo presidente de la Cámara de Representantes del primer período de esa Legislatura. Desde mayo de 2021 hasta que vino el recambio por campaña electoral, Martín Lema fue ministro de Desarrollo Social (MIDES).
Su pasaje por el Mides ha sido calificado por más de uno como de mucho ruido y pocas nueces. Durante su período al frente de un ministerio de tanta sensibilidad social, contó con una amplia difusión mediática. Cortó cintas a diestra y siniestra, intentó polemizar con integrantes del Frente Amplio y tuvo como objetivo central discutir a través de los medios con la hoy vicepresidente de la República, Ing. Carolina Cosse, por ese entonces intendenta de Montevideo.
La picardía de Lema
Martín Lema ha sido un niño mimado estos años de la prensa oficialista. Cuando fue presidente de la Cámara de Diputados, el diario El País se deshizo en elogios y hasta le dedicó un editorial cuando finalizó su gestión, bajo el título “Ahorro y modernización”. Juana habló con viejos funcionarios del Poder Legislativo, de esos que han visto pasar presidentes, senadores y diputados desde que volvió la democracia hasta ahora. Cuando les pregunta por la gestión de Lema al frente de la Cámara, cuentan ahorros, aunque la mayoría simbólicos. Hizo notorios ahorros de papel y sacó la partida de diarios y revistas para diputados. No olvidemos, además, según insisten en recordar los funcionarios que hablaron con Juana, que su período fue con “la casa” (como llaman al Palacio Legislativo) a media máquina, en plena pandemia. Además, Lema, rápido para los mandados, para que los números cerraran, cuenta un viejo funcionario, hizo algunas picardías. Por ejemplo, cuando se rompió una máquina de café que abastecía todo el 4o piso, no la reparó, así pudo exhibir orgulloso que se había ahorrado mucho dinero en café. Obviamente el arreglo debió pasarlo su sucesor. Es algo pequeño, pero Lema lo utilizó para intentar demostrar que sabe administrar los dineros del Estado.
Pero hizo algo que, a la hora de hacer el balance, le dio réditos. Dilató la necesaria flota de vehículos de la Cámara de Representantes para que entrara el gasto en el otro ejercicio contable. Sin duda, su paso por la Presidencia de la Cámara de Diputados fue la primera demostración de que Lema es un buen vendedor de humo.
La era Mides
Pero los halagos mediáticos y apoyos de la gestión de Lema al frente del Mides fueron de la mano de su gestión y al amparo de la época oficialista. La verdad de la milanesa es analizar con qué cifras cerró Lema su pasaje por el Mides, cómo fue su gestión. Para desglosar el camino, Juana conversó con el integrante de la directiva del Gremio, Carlos Moreira, y con el ministro Daniel Olesker.
Martín Lema ingresó al Mides tras la salida abrupta del exministro Bartol, aquel al que el presidente Lacalle renunció por Twitter y del que nunca más supimos nada.
La gestión de Lema estuvo basada en el asistencialismo, por el incremento sustancial de funcionarios de particular confianza, exactamente el 10 % de su plantilla, y por haber eliminado programas que funcionaban bien y venían de los dos períodos de administración del Frente Amplio.
Juana cree que esta pequeña ayuda memoria será útil cuando, ahora, un día sí y otro también, escuchemos a Martín Lema contándonos a los montevideanos que tiene ideas y proyectos mágicos para nuestra ciudad.
Hagamos una puesta a punto de con qué números cerró Lema su gestión como ministro de Desarrollo Social. La más alarmante, la preocupante, la que a todos nos duele y nos interpela es la de 5.000 uruguayos en situación de calle. Es un récord histórico. Lema siempre supo que en la ley de creación del Mides, las personas en situación de calle estaban bajó su órbita y responsabilidad.
Las cifras son alarmantes. En el 2019 eran 1.745 en situación de calle. En el gobierno que recién finalizó, los números se dispararon, el censo realizado en el 2023 así lo demostró.
Otra cosa que Lema no manejó en forma correcta tuvo que ver con las becas de inclusión social y educativa que otorga el Mides a menores de 0 a 3 años. En el 2020, se otorgaban 5.000. En el 2023 se asignaron 1.700 y durante el último año de gobierno blanco, menos de 1.000.
Los uruguayos sabemos con dolor que la pobreza infantil es uno de los peores flagelos que nos dejó el gobierno de Lacalle Pou. Todos somos conscientes, por lo tanto reconocemos que los niveles de pobreza infantil son un debe que tiene el país, que debe de enfrentar el Gobierno del Frente Amplio.
Dejamos como título, nada más, como punteo de errores cometidos por Martín Lema, la distribución de viandas de alimentación a personas de escasos recursos y en situación de calle.
Otro de los números que no cerró bien en el ejercicio de Lema es el de las políticas llevadas adelante en materia de apoyo efectivo a los liberados. Eso sí, cortó cintas, armó videos, reinauguró locales creados por el Frente Amplio en el período anterior y, como bien sostiene Daniel Olesker, su gestión estuvo caracterizada por el asistencialismo. “Hay que diferenciar la política de la foto”, insiste.
Algo que no puede quedar en el tintero es que la Fundación A Ganar, tan vinculada al Partido Nacional, comenzó en 2022 su vínculo con el Mides. Durante ese período recibió, con la firma de Lema, 3.6 millones de dólares. Son números que duelen, que comprometen la decisión colectiva a la hora de evaluar la idoneidad de gobernante del candidato del Partido Nacional a la Intendencia de Montevideo.
Sin duda, el espíritu fundacional o colonizador que intentó mostrar Martín Lema durante su gestión es pura chispa para embarullar. No tenemos que olvidar que inauguró mucho, cortó cintas, se sacó selfies y salió en los medios de comunicación masiva un día sí y otro también; nos vendió humo durante dos años de gestión, pero dejó mucho por hacer y 5.000 personas en situación de calle. Nada para exhibir ahora que nos vuelve a pedir el voto a los montevideanos.
¿El maracanazo?
Martín Lema arrancó la campaña electoral camino las departamentales con un piso de 30 % del electorado, según las primeras encuestas publicadas por FACTUM y Opción Consultores. Los dos candidatos que le acompañan juntan, entre ambos, 3 magros puntos más. Los separan de los candidatos del Frente Amplio unos 9 puntos. Sueña con dar una maracanazo y ganar la Intendencia de Montevideo, que lleva 35 años gobernada por el Frente Amplio.
Juana sabe que todos los blancos se han abroquelado atrás de Lema, que la Intendencia es la madre de todas las batallas, que tienen la ilusión de dar pelea, aunque en voz baja varios dirigentes le susurraron al oído a Juana que con mejorar el número de ediles que tiene en la Junta montevideana (hoy son 9) y mantener las tres alcaldías en las que son gobierno, los municipios CH, E y D, se dan por satisfechos.
La mesa chica de Lema está integrada por sus amigos de fierro, el exministro Nicolás Martinelli y el exsubsecretario, ahora diputado, José Satdjian. Según le contaron a Juana, no han contratado a una única agencia publicitaria, sino a varias, para hacer frente a los nuevos desafíos comunicacionales, en particular para apuntar a un público joven.
Juana sabe que esta campaña recién empieza, habrá muchas notas para escribir sobre la suerte que correrá el hoy senador Martín Lema en esta, su pequeña gran batalla por la Intendencia de Montevideo. Por ahora pusimos sobre la mesa su magra gestión como presidente de la Cámara de Representantes y los números vergonzantes al frente del Ministerio de Desarrollo Social. Un verdadero vendedor de humo.