Impacto ambiental y diferencias con Casupá
En respuesta a las críticas de organizaciones ambientales y del sindicato de OSE, Ruibal minimizó el impacto de la planta Arazatí. “No es una industria de chimenea, es una planta de tratamiento de agua con poco impacto visual. La toma de agua será subteránea, ubicada a 1.500 metros del Río de la Plata y a cuatro metros por debajo del nivel del agua”, explicó.
Ruibal también diferenció Arazatí de Casupá, afirmando que ambos proyectos pueden ser complementarios. Mientras Casupá es una gran represa que almacena agua bruta, Arazatí se enfocará en la potabilización y producción de 200 mil metros cúbicos de agua potable.
En cuanto al diálogo con el gobierno electo, Ruibal se mostró dispuesto a continuar las conversaciones para garantizar la viabilidad y éxito del proyecto.
El proyecto Arazatí representa una inversión significativa en infraestructura hídrica para Uruguay. Aunque ha sido objeto de debates, el gobierno y el consorcio encargado están enfocados en concretar esta obra, que promete ser fundamental para el suministro de agua potable y el desarrollo socioeconómico del país.