¿Este tipo de manejo, de negociación, siempre existió con una renta que está por encima de lo que realmente puede brindar el mercado?
Entre los grupos financieros del sector ganadero, creo que el que tiene más años tiene más o menos 20 y pico. Pero sí creo que surgió, si no me equivoco, en el 2002, lo que fue el primer grupo, Conexión Ganadera, y por ahora no hay ningún lío con esa firma. Con las otras dos firmas más antiguas y que le siguen en tamaño, sí. Ya se sabe el lío que hubo con el Grupo Larrarte y con República Ganadera. Hace muchos años que están en el mercado. Desde un principio, las rentas que aseguran a los inversores, se sabe que no son reales. Hoy te diría que capaz que hay que hablar con alguien más técnico para que pueda hablar de estos números, pero yo te diría que hoy en día un campo la rentabilidad que tiene, hablando en ganadería, es un 5 % o 6 % anual de ganancia siendo dueño del campo. Acá estamos hablando de grupos que arrendaban campos caros de 100, 120 dólares, campos que en el mercado comúnmente tendrían que valer 70, 75, 80. Entonces, claro, desde el vamos ya era un negocio totalmente raro en número, ¿no? Claro, con el diario del lunes es muy fácil opinar, pero realmente los que estamos en la vuelta y vemos algunos números veíamos siempre que era raro. Y siempre ganando rentas a plata, digamos, y claro, los productores reales siempre quedando por debajo de la mesa, con esos negocios, sin poder hacerse de estos campos.
Entre cabezas de ganado y hectáreas de campo arrendadas, ¿cuánto dinero constituye esta modalidad de inversión?
Lo que he hecho hasta el momento fue intermediar en la retirada de 25 acreedores del Grupo Larrarte. De ahí te puedo hablar con propiedad. De lo otro, con respecto a República Ganadera, que surgió ahora hace poco, lo que te puedo contar es lo que he escuchado y me vengo informando con algunos abogados y algunos inversores que están ahí, porque ya estamos en conversación con un grupo de personas que tienen ganado invertido en República, que quieren retirar el ganado y están conversando con nosotros para levantarlo.
Lo que sé de Larrarte es que se manejaban más o menos unas 20 y algo de mil hectáreas arrendadas y lo que sé de República es que manejaban unas 60 o 70 y algo de mil hectáreas arrendadas. Estamos hablando de números, de volúmenes importantes en cabeza de ganado. Estamos hablando de Larrarte, unos ocho campos arrendados, y de República, unos 30 y algo de campos arrendados. Ese número sí más o menos los tengo porque uno de los inversores me mandó la foto, la información de los ganados que tiene con República y están repartidos en 32 campos. Así que, bueno, estamos hablando de volúmenes creo que muy grandes para lo que es Uruguay. Y creo que son cosas que van a entrar en la historia de la ganadería uruguaya.
Este tipo de cosas han pasado. Creo que a raíz de esto se ven cosas buenas como que va a salir el tema de las rentas. Los propietarios del campo que arriendan van a ver que los números no cierran arrendando 120 dólares; o sea, es pan para hoy y hambre para mañana.Toda la vida es preferible arrendar a gente que hace bien las cosas y produce de verdad y vive de eso, que le va a arrendar toda la vida, en lugar de a estos grupos que arriendan a ciento y pico de dólares que son para 5 años, 10 años, como mucho.
El fallecimiento del director de Conexión Ganadera que aparecía como parte de la solución, ¿puede puede generar perjuicios a otras empresas importantes del sector como Zambrano?
No me atrevería a hablar de Zambrano, es una firma muy prestigiosa. Ellos sí saben hacer las cosas. Ellos todos los días compran y venden ganado, son productores. Creo que ahí es distinto. Además, no se habla de la misma rentabilidad. O sea, Zambrano lleva a sus inversores con otros números. Son números reales. Estábamos hablando de 10, 12, 11 por ciento de rentabilidad. No sé los campos que maneja Zambrano realmente, pero estoy seguro de que las rentas que él paga son rentas reales.
¿La renta fija es real con porcentajes de hasta un 12 por ciento o se manejó esto como una manera de engaño?
No. Esta renta, haciendo bien las cosas, no puede ser real. Produciendo, no puede ser real. No hay manera, opino yo. Claro, no quiero, como te dije antes, opinar hoy con el diario del lunes, pero se sabía que no funciona.
Con una cantidad de carne fija por hectárea ¿las variables del dólar, el clima y el mercado internacional influyen en la renta?
Claro que sí, es un negocio abierto. Siempre dependemos del clima. Y no nos podemos olvidar tampoco que venimos de tres años de seca. Porque el año pasado fue la seca grande, que fue la gota que derramó el vaso, pero realmente, si nos ponemos a analizar, venimos de tres años de seca. Entonces eso para la ganadería le queda fuerte. Anteriormente habíamos tenido la pandemia, que, uno quiera o no, movió también el tema del mercado. Nosotros dependemos de los mercados exteriores. Entonces, bueno, son cosas que vienen golpeando un poco a la ganadería. Y obviamente que para el tipo que está jugando y arrendando y haciendo cosas fuera de lo normal, esos años son los que pegan y voltean. Obviamente que son años que pegan, pero asimismo aguanta, porque la ganadería, para mí, dentro del agro, es un negocio muy leal, si bien no se hace platales, como un buen año con la agricultura, pero es un negocio sustentable, es un negocio que no es vidrioso, digamos.
¿La situación creada puede generar algún tipo de retracción de parte de los inversores?
Yo creo que sería natural. Yo me pongo en el lugar de un inversor y veo esto que está pasando y al otro día estoy pidiendo mi plata de nuevo. Entonces yo creo que eso es lo natural que está pasando y va a seguir pasando con las otras firmas. Creo que la gente va a pedir; la mayoría de la gente, me parece a mí.
¿Las maniobras detectadas pusieron en duda la efectividad de la trazabilidad?
La primera vez que intermediamos en un negocio así con lío, digamos, con ganado, ¿no?, fueron los ganados que levantamos del Grupo Larrarte. Lo que vimos es que la trazabilidad fue una gran mano para reconocer y rescatar los ganados que quedaban de esa gente. Pero también estuvo su punto flaco, digamos, su punto débil, que fue que, igual, aunque tengan caravana los ganados, desaparecieron o se vendieron de cualquier manera. Claro, estas ventas fueron con guías firmadas por la gente, que la gente no firmó realmente. Entonces, bueno, obviamente que se hicieron muy mal las cosas ahí y la gente no firmó las guías para vender ganados y las ventas estaban igual. Pero bueno, por un lado fue una gran mano la trazabilidad y por el otro lado también desaparecieron. De cualquier manera, aunque tengan trazabilidad, esos ganados fueron vendidos igual. Eso es lo que tengo que comentar.
¿Hay un cálculo estimado del volumen de la maniobra?
Mira, lo que yo sé por arriba, más o menos, de lo de Larrarte, es que se habla de 15 millones y, bueno, si sale todo esto de República, ahí sí se habla de un monto muchísimo más grande, ¿no? Para que tengas una noción, Larrarte tenía 250 inversores y República tiene 500 inversores. O sea que se habla de un volumen muchísimo más grande.
Ustedes están trabajando en el norte del país pero se conocen otros lugares ¿Hubo regiones más afectadas que otras? ¿Los inversores son de la zona?
Grupo Larrarte tiene todos los campos arrendados aquí en el norte, en la zona de Rivera, en especial Vichadero y Minas de Corrales. Nosotros estamos físicamente instalados en Vichadero y tiene varios campos ahí en la vuelta. Pero te diría que esos campos ellos incluso los arrendaban a 5 años adelantados y bien arrendados. O sea, el dueño del campo no veo que haya sido muy afectado. Los afectados fueron los inversores. Los inversores que pusieron la plata, por lo menos el grupo de 25 acreedores que tengo levantando ganado, son todos, absolutamente todos, de Montevideo. O sea, es un perfil de personas profesionales o trabajadores que tenían su plata ahorrada, que invirtieron ahí y son gente que la verdad no entiende absolutamente nada del rubro. Confiaron plenamente en la firma. Pusieron la plata, obviamente endulzados por la rentabilidad y, bueno, fue lo que pasó.