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Política Piñeiro | Verónica Piñeiro | Frente Amplio

Hacia las elecciones departamentales

Verónica Piñeiro: "El sistema de contenedores llegó a su límite"

La gestión de residuos es uno de los principales desafíos de Montevideo y blanco de críticas. Piñeiro propone un enfoque integral que aborde presiones sociales como el hurgado, a su entender, agravadas por el retiro del Estado del territorio.

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Con una trayectoria profundamente arraigada a la política de base y la militancia barrial, Verónica Piñeiro se posicionó como una de las figuras más destacadas del Frente Amplio para la Intendencia de Montevideo. Mujer, joven, independiente y con una vasta participación en las luchas populares y los proyectos territoriales, Piñeiro supo llevar su formación y experiencia a los niveles más altos de gestión.

Presentada por el Partido Comunista del Uruguay, Piñeiro fue la candidata con mayor respaldo en el Plenario Departamental del FA, seguida por Salvador Schelotto y Mario Bergara. Actualmente, es presidenta del Frente Amplio en Montevideo y gerenta ambiental de la Intendencia de la capital, además de haber sido asesora en temas de ambiente, agua y cambio climático, tanto para Presidencia como para OSE.

El feminismo también representa una dimensión importante en su visión política, complementando su enfoque integral sobre justicia social y ambiental. En diálogo con Caras y Caretas, Piñeiro reflexionó sobre los desafíos de su candidatura, destacando cómo su experiencia en la militancia territorial y la gestión pública la preparan para liderar la capital del país. Entre los principales temas tratados, destacó la necesidad de repensar la limpieza de la ciudad desde una perspectiva integral, los avances pendientes en movilidad urbana y cómo la militancia feminista puede traducirse en políticas públicas transformadoras. También respondió a las críticas de la oposición y planteó el camino que, según ella, permitirá a Montevideo avanzar hacia un desarrollo sostenible y equitativo.

¿Qué la llevó a postularse como candidata a la Intendencia de Montevideo?

Varios compañeros y compañeras, algunos sectores políticos y compañeros independientes me plantearon la posibilidad de proponer mi nombre para construir los acuerdos hacia el plenario departamental, en un escenario que es desafiante para el Frente Amplio: la elección de Montevideo. Veían en mí la posibilidad de tener una candidatura independiente que mostrara algo diferente. Al comienzo me costó porque es una gran responsabilidad que implica un cambio en la vida muy importante. Después de algunas conversaciones, se comenzó a manejar mi nombre. El escenario de una candidatura común no fue posible, siguieron las conversaciones de cara al plenario, que terminó avalandola propuesta.

Fue la candidata que obtuvo más votos en el plenario, ¿qué significó recibir este apoyo?

Sí, tuve un respaldo importante. Soy una militante independiente y de base, por lo que me hizo sentir un orgullo bárbaro y una gran responsabilidad. Están poniendo en mí una apuesta muy importante.

¿Cómo cree que su experiencia como gerenta ambiental de la IM, así como su trayectoria en la militancia barrial pueden aportar a su gestión en Montevideo?

La militancia en los barrios, escuchando a la gente, me aporta algo bien interesante que es la posibilidad de diálogo, construcción de acuerdos, así como el poder generar equipos de trabajo. A su vez, los años de trabajo que he tenido en la Intendencia me permitieron conocer cómo es, qué cosas hace, qué desafíos tiene, algo fundamental a la hora de querer cambiar algunas lógicas o querer implementar mejoras. También se suma la experiencia de años en el Frente Amplio construyendo acuerdos y diálogos con compañeros, desde posiciones que no siempre son las mismas. Todo esto me da la posibilidad de liderar un proyecto político para el departamento de Montevideo.

Su perfil también se destaca por su militancia feminista. Recuerdo un evento importante sobre el feminismo de izquierda en el que participó. ¿Cómo imagina la gestión de la IM desde una perspectiva feminista?

Yo creo que, al haberse declarado antipatriarcal y antirracista, el Frente Amplio viene construyendo un camino muy importante gracias a la militancia constante de muchas compañeras y compañeros. Primero se logró la paridad en la integración de las listas y después se avanzó hacia esta declaración de antipatriarcado. Esto marca una construcción desde la izquierda, desde el Frente Amplio, que tiene mucho valor porque se traduce en el desempeño de la acción política en un gobierno liderado por este partido. En ese marco, se abren posibilidades de articulación, de reflexión y de ampliación de derechos, que siempre es lo que está arriba de la mesa cuando hablamos de feminismo.

¿Cuáles considera que son los problemas más urgentes de Montevideo?

Por un lado, la gestión ambiental y el desafío de cómo se mejora la limpieza. Pero al mismo tiempo se aborda el tema de los residuos en toda su extensión, desde que se generan hasta que tienen su disposición final en Felipe Cardoso. Ese creo que es uno de los temas que está arriba de la mesa y en el que hay que seguir profundizando y mejorando. El sistema de contenedores llegó a su límite, hay que seguir avanzando con una mirada estratégica de hacia dónde tenemos que ir, pero también buscar un acuerdo con los vecinos y vecinas de Montevideo sobre el tratamiento que le damos a los residuos en cada uno de los hogares.

Otro de los temas que también ha estado en la discusión pública es cómo seguimos mejorando la movilidad. En este sentido, Montevideo ha generado cambios muy importantes: tiene un sistema de transporte metropolitano, introdujo los boletos de una y dos horas, tiene información sobre cuáles son los orígenes y los destinos de los viajes y de los viajes que se hacen caminando. Es un área que requiere pensar en la multimodalidad, es decir, combinar distintas formas de moverse, lo que también implica pensar en el desafío de la infraestructura y las inversiones que se requieren. En lo personal, creo que la línea de trabajo concreta tiene que ver con mejorar el transporte público para que los montevideanos lo elijan para moverse y de esa manera descongestionar las calles, mejorar los tiempos de viaje y bajar los precios. Una de las dificultades que tiene el transporte público es la baja venta de boletos, lo que no colabora en que se puedan reducir los costos. También están sobre la mesa algunas propuestas que el Gobierno nacional saliente y el electo están mirando, que son parte de un enfoque metropolitano.

¿Hay preferencia por alguna propuesta?

Se están evaluando todas. Creo que lo importante es pensar, por ejemplo, en el plan de movilidad del 2010. Analizar en qué aspectos se avanzó, en cuáles no, y generar un nuevo plan de movilidad. Hay que pensar en un desarrollo estratégico para la movilidad en el departamento, no sólo que conecte lo urbano, sino también las interconexiones en lo rural y en las centralidades que tiene Montevideo. Así como el Frente Amplio lo supo hacer con el saneamiento, con una política que venía de antes, es algo que tenemos que repetir para los diferentes temas.

El tema de la limpieza es una de las críticas más frecuentes de los candidatos de la coalición en esta campaña, especialmente de Lema. ¿Cómo responde a esas críticas, considerando que él fue ministro de Desarrollo Social y no logró resolver el problema de la situación de calle que, sin estigmatizar, es uno de los factores que contribuyen a esta problemática?

Con respecto a la limpieza tenemos el desafío de cómo, durante la campaña electoral, logramos poner el tema sobre la mesa, con todas las dimensiones que tiene. No se resuelve solo con mejorar la logística o a través de la privatización de la recolección de residuos. En primer lugar, se necesita una articulación importante con el Gobierno nacional, algo que no vimos que sucediera en el último periodo. El hurgado en las zonas centrales de Montevideo es un problema muy importante que repercute en la limpieza. No se trata solo de pensar cómo sacamos los residuos de Montevideo, sino también de cómo abordamos la problemática de la situación de calle, que tuvo un aumento muy importante, los datos lo confirman. En este sentido, quiero apostar a un debate honesto, ya que tuvimos un Gobierno nacional que se retiró del territorio, lo que impidió que se pueda resolver la situación.

Al mismo tiempo, el tema de la recolección de residuos está asociado a la economía informal de las personas que realizan clasificación de los residuos para recuperar materiales y poder venderlos, tema sobre el que hay que trabajar. Además, la clasificación muchas veces se realiza en hogares próximo a los cursos de agua, generando el descarte hacia estos, lo que también pone en riesgo la salud de las familias que llevan adelante esa tarea. En tal sentido, es necesario profundizar las políticas de inclusión y formalización en lo que tiene que ver con la gestión de los residuos, algo que el Frente Amplio ha llevado adelante en la Intendencia de Montevideo. Un ejemplo es el cambio de los carros de caballos a los motocarros, mediante el cual muchas personas que se dedicaban a la tarea pasaron a ser agentes ambientales con una actividad formal. O los transportistas que recolectan en camiones residuos de los comercios, es decir, los no domiciliarios, y no solo recogen esos materiales, sino que también los recuperan y los reintegran al circuito de reciclaje. Esto refleja la necesidad de que no todo termine en Felipe Cardoso y ampliar las capacidades del sitio de disposición final de residuos que cumple con todos los requisitos ambientales y es un ejemplo para el país. Ya hemos vivido campañas electorales en las que el Partido Nacional o la Coalición Republicana prometieron resolver problemas complejos, como la seguridad, de forma simple, y sabemos que no es así. Estas son políticas que demandan enfoques integrales y transversales.

Desde el FA han destacado positivamente la experiencia de Canelones. ¿Cree que podría ser una solución aplicable a Montevideo?

Ese sistema formaba parte del programa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que no obtuvo la aprobación de los ediles del Partido Nacional en la Junta. Este programa abordaba el saneamiento con un enfoque ambiental integral, incluyendo la diferenciación de los sistemas de recolección. El sistema de contenedores urbanos, que se implementó en la mayoría de la ciudad, ha llegado a su límite: no es óptimo ni se adapta a algunas áreas.

Hemos desarrollado alternativas como las que aplica Canelones en ciertos lugares, por ejemplo, la recolección intradomiciliaria. Esto ya se implementa en zonas de Montevideo como Santiago Vázquez, Abayubá y otros barrios, siempre a partir de estar presentes en el territorio y buscar soluciones específicas para cada lugar. En algunos barrios, como Casavalle o Bajo Valencia, pasamos a sistemas de recolección manual como parte de un enfoque más integral que incluye la conexión al saneamiento y el mantenimiento de recursos hídricos como la Cañada Bélgica.

Trabajamos junto a los vecinos y observamos que los contenedores eran un problema para los cursos de agua, además de generar desbordes y conflictos en esas zonas. Implementamos un sistema de recolección con motocarros y camiones que recogen los residuos en días y horarios específicos, ajustados en conjunto con la comunidad. En este proceso, la participación ciudadana ha sido clave.

La Intendencia ha desarrollado políticas que colocan la participación en el centro, y creo que es un eje que debemos profundizar. El Frente Amplio fue pionero en la descentralización en Montevideo, y ahora el desafío es continuar fortaleciendo la descentralización y la participación. Es momento de pensar cómo incluir a organizaciones y asociaciones vecinales en este proceso y no limitarlo únicamente a los consejos vecinales o a los concejales. Necesitamos incorporar a los vecinos organizados para darle más potencia.

Cambiando de tema, varios candidatos, incluida la actual intendenta, denunciaron cierta discriminación del Gobierno nacional hacia la Intendencia en relación a la adjudicacion presupuestal. ¿Comparte esta visión?

La discriminación en cuanto a los aportes del Gobierno nacional hacia el Gobierno de Montevideo fue muy clara, lo que generó ciertas restricciones presupuestales. Esto fue señalado explícitamente por el intendente (Mauricio Zunino). De todos modos, creo que es importante decir que Montevideo tiene sus cuentas en orden. El déficit promedio de la Intendencia de Montevideo es el menor en comparación con el resto de las intendencias departamentales. Esto a pesar de que la actual gestión tuvo que avanzar sobre áreas en las que el Gobierno nacional no estuvo presente. Por ejemplo, durante la pandemia y la salida de la pandemia, la Intendencia llevó adelante acciones en salud, capacitación de las personas del Plan ABC, trabajo, alimentación, apoyo a las ollas populares, etcétera. La Intendencia tuvo que tomar el rol protagonista y resolver muchas cosas que no son sus objetivos concretos, pero que los vecinos y vecinas necesitaban. El Frente Amplio sabe de eso y cuando tiene que ocuparse, se ocupa.

Considerando que ahora el Gobierno nacional y la Intendencia estarán bajo el mismo signo político, ¿cómo imagina que será esa cooperación de aquí en adelante?

Es esperable que el Frente Amplio retome el equilibrio en las transferencias hacia los gobiernos departamentales, como se hacía anteriormente. Es fundamental eliminar la discrecionalidad política en la distribución de esos recursos.

La relación con ADEOM, históricamente, ha sido compleja. En caso de ser electa intendenta, ¿cómo se imagina que puede mejorar este vínculo?

En mi caso, durante estos años de trabajo en la intendencia he tenido intercambios y reuniones con ADEOM. Apuesto a la apertura, al diálogo y a poder construir acuerdos más allá de un lineamiento de cuál debe ser la política o hacia dónde vamos con el trabajo, que se define obviamente desde quien toma las decisiones, tomando en cuenta lo que plantean los trabajadores y trabajadoras, que siempre es muy valioso a la hora de construir políticas públicas. Creo que la clave es conversar.

La desigualdad territorial entre el centro y el oeste de Montevideo es un tema notorio. ¿Tiene previstas estrategias específicas para abordar esa brecha?

Muy notorio. La inclusión territorial en una ciudad que se va extendiendo y va segregando hacia la periferia a poblaciones más vulnerables es un desafío permanente. Sobre todo en lo que tiene que ver con brindar servicios y poder atender situaciones que muchas veces son muy complejas, como el saneamiento y la movilidad. Uno de los temas en los que se trabajó en esta gestión, y en el que creo que debemos avanzar, es pensar cómo volvemos a traer a las familias que están en la periferia hacia las zonas con servicios. Evaluar la posibilidad de ubicar terrenos, las carteras de tierras que tiene la Intendencia, ahí hay una puerta que se abre y que obviamente en este periodo fue compleja, que es el relacionamiento con el Ministerio de Vivienda.

Montevideo Rural representa una gran oportunidad para el desarrollo de la ciudad. ¿Qué propuestas específicas tiene para potenciar esta área?

En ese tema el desafío tiene que ver con cómo pensamos el plan estratégico respecto a cómo se extiende el área urbana, pero también a cómo pensamos los usos de suelo. El plan de ordenamiento territorial de Montevideo está en un proceso de revisión bien profunda. Montevideo Rural es sumamente protagonista en lo que es el desarrollo de la ciudad, tanto con lo que tiene que ver con la logística en determinadas áreas y la tensión que eso genera con el suelo rural, como con la parte productiva. El 40 % de lo que se produce en el área rural de Montevideo, que se consume en Montevideo, es de origen rural, con una matriz de pequeños productores o productores familiares en predios pequeños. Tenemos que potenciar cómo apoyamos a esos productores para que puedan seguir sosteniendo esa tarea y que se pueda cultivar el interés en las distintas generaciones, evitando el despoblamiento. Asimismo, es necesario pensar cómo apoyamos a los productores en la transición ecológica hacia cierto sistemas de producción más amigables con el ambiente, que eso también da la potencialidad de generar productos con mejor calidad y que puedan acceder a otros mercados. En ese sentido, hay mucho para trabajar en conjunto con el Gobierno nacional.

Para finalizar, ¿por qué cree que la ciudadanía debería volver a renovarle la confianza al Frente Amplio y descartar las propuestas de los candidatos de la Coalición Republicana?

Porque desde que el Frente Amplio asumió, en los años 90, transformó radicalmente Montevideo. Estamos en un nuevo momento político y tenemos la posibilidad de volver a revolucionar el departamento, así como Tabaré Vázquez revolucionó Montevideo, y las dos intendencias de Mariano [Arana] conectaron con la gente y con la ciudad en la que queremos vivir. Revolucionar Montevideo implica generar cambios profundos y compromisos con los montevideanos y montevideanas, conectando con ese proyecto político que también requiere cambiar radicalmente cómo vivimos la ciudad. Tenemos el desafío de generar un proyecto político que enamore a las personas y que tenga en cuenta a todo el departamento para que los montevideanos y montevideanas se sientan orgullosos del lugar en el que viven.

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