Ramírez sostiene que la creación de una Red de Archivos Sindicales -que físicamente se situará en la sede de la central sindical y cuyo cometido primordial será rescatar y preservar la memoria del movimiento obrero en su conjunto- será un hito en la construcción de la memoria colectiva de la mayor organización social del Uruguay.
Pasos
La historia del sindicalismo uruguayo ha estado marcada por la resistencia y solidaridad. Y si bien se han escrito libros, realizado documentales y películas, una parte importante de los materiales impresos, documentos, volantes, revistas, publicaciones, banderas, afiches, carné, actas y hasta recuerdos de aniversarios y actos fundacionales, tuvieron que ser destruidos o en ocasiones, escondidos durante la dictadura cívico militar que asaltó la democracia en Uruguay entre 1973 y 1984. La ferocidad represiva provocó una importante pérdida de información sobre el accionar de los trabajadores y sus organizaciones. Sin embargo, en muchos casos, las y los trabajadores lograron preservar materiales de gran valor histórico, resguardándolos en sus hogares o casas amigas, como testimonio de la lucha contra la represión.
Ahora la Red de Archivos Sindicales invita a reencontrarnos con esos materiales, y en todos los casos que sea posible, digitalizarlos para su mejor aprovechamiento y cuidado.
La archivóloga Noemí Ramírez explicó que la represión y el discurso de odio de las dictaduras han causado daños colaterales profundos. Uno de ellos es que “muchos trabajadores no se perciban a sí mismos como protagonistas de la construcción histórica. Además, es innegable que mucha documentación fue destruida porque su posesión podía significar un riesgo para la vida de quienes la resguardaban”.
La Red de Archivos Sindicales tendrá su sede en el PIT-CNT y buscará articular esfuerzos entre los distintos sindicatos para “recopilar, organizar y proteger documentos que relatan la historia del movimiento obrero”. En algunos casos, como el del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), el sindicato bancario AEBU o los sindicatos de la enseñanza, ya existen esfuerzos en esta dirección y la idea es replicar esta experiencia a otras organizaciones sindicales.
Uno de los principales desafíos es la sensibilización de los propios trabajadores sobre la importancia de preservar su historia. “Todavía no nos asumimos como actores fundamentales en la construcción del legado sindical”, advierte Ramírez, quien destaca que “la memoria obrera no se transmite a través de documentos heredados, como ocurre con los archivos nobiliarios, sino a través de la solidaridad y la acción colectiva”.
El Centro de Documentación del PIT-CNT también busca “recuperar documentos que pueden estar en manos de ex trabajadores, jubilados o familiares de militantes sindicales”, y para ello se está desarrollando un programa de digitalización que permitirá conservar y difundir este valioso material.
En el marco de esta iniciativa, la Red de Archivos Sindicales trabajará en la identificación de documentos, la capacitación de personal en los sindicatos y la colaboración con instituciones académicas para garantizar la preservación de la historia sindical. Además, se fomentará la escritura y la narración de experiencias cotidianas, aprovechando el potencial de los trabajadores para contar sus propias historias.
La construcción de esta red es un paso fundamental para que la memoria del movimiento obrero no se pierda y para que las nuevas generaciones de trabajadores puedan conocer y valorar la lucha de quienes los precedieron. “Hasta ahora, no estábamos dejando un registro escrito completo de nuestra historia, y eso es preocupante”, remarcó Ramírez. Con esta iniciativa, el PIT-CNT busca revertir esa realidad y consolidar un espacio de documentación y memoria que garantice la continuidad de la historia sindical en Uruguay.
Sobre la archivóloga
Ramírez ha tenido una destacada experiencia en el ámbito archivístico internacional. En 2023 obtuvo una beca (Programa IBEREX) que otorgó el Ministerio de Educación de España, compitiendo con 259 postulantes de 22 países, lo que le permitió recorrer archivos históricos de gran relevancia, como el Archivo General de Indias, el Archivo General de Simancas, el de Alcalá de Henares y el Archivo General de la Administración. Además, asistió al primer Congreso de Archivos de España.
Durante su estancia en España, trabajó con archivos nobiliarios, los que documentan genealogías, testamentos y escudos heráldicos de familias aristocráticas. En este contexto, halló un documento del año 900, el más antiguo del archivo en el que investigaba. Ramírez destacó el contraste entre estos archivos que reflejan la tradición del privilegio y la herencia del poder, y los archivos sindicales, “que se basan en la construcción solidaria, la resistencia y el aporte colectivo”. Desde su visión, “mientras la nobleza hereda tierras y títulos, los trabajadores heredan valores y una historia de lucha que, lamentablemente, muchas veces no queda documentada”.
Asimismo, Ramírez reveló que en España está surgiendo una nueva concepción sobre los archivos de los movimientos sociales. “Recientemente, se inauguró en Toledo un archivo dedicado a estos movimientos, aunque por ahora está vacío. Primero se ha destinado el espacio, y ahora están en la etapa de recolección de material”. Según explicó, “es una iniciativa interesante y un modelo a considerar para nuestras propias necesidades archivísticas”.
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Noemí Ramírez, archivóloga e integrante del Centro de Documentación de la central sindical.