Naturaleza del vínculo
El abogado describe una situación en la que, aunque la empresa establece contratos de adhesión donde los repartidores son considerados independientes, la realidad laboral indica lo contrario. “Existen elementos como la obligatoriedad de usar uniforme, el cumplimiento de horarios y la posibilidad de sanciones por parte de la empresa, lo que refuerza la existencia de una relación laboral”, puntualizó Silvera.
Estas sanciones incluyen bloqueos en la aplicación o reducción en la cantidad de pedidos asignados, muchas veces como respuesta a comentarios negativos de usuarios. “La obligatoriedad de cumplir horarios y la práctica de sanciones son claros indicios de subordinación”, agregó.
Estrategias de la empresa
Silvera también se refirió a las estrategias utilizadas por PedidosYa para desvincularse de las obligaciones laborales. Entre ellas, destaca la exigencia de que los repartidores se registren como empresas unipersonales y emitan facturas. Sin embargo, estas prácticas no reflejan la realidad cotidiana. “En la práctica, los repartidores deben cumplir con exigencias que demuestran una relación laboral dependiente”, sostuvo.
Salarios y condiciones laborales
Los repartidores afectados trabajan jornadas que llegan hasta las 18 horas diarias, con ingresos mensuales que oscilan entre $60,000 y $80,000. Silvera afirmó que, a pesar de estos ingresos, las condiciones laborales son precarias. “El índice de satisfacción que menciona la empresa no es real, ya que los trabajadores temen reclamar por miedo a represalias”, argumentó.
Precedentes y necesidad de regulación
El abogado destacó los antecedentes jurídicos favorables en casos similares contra Uber, que podrían servir de base para esta demanda. Además, enfatizó la necesidad de actualizar la legislación laboral para abordar las nuevas dinámicas generadas por plataformas tecnológicas. “El Estado no puede ignorar esta problemática. Es urgente una regulación que contemple estas herramientas tecnológicas y proteja los derechos de los trabajadores”, concluyó.