La historia del cartel
Fue en este contexto que surgió uno de los carteles que proptagonizó la marcha del 8M. Juliana Medero, la mujer que lo llevó, explicó a Caras y Caretas cómo se le ocurrió la idea. Según relató, la inspiración nació a raíz de la controversia generada por las críticas a Laura Alonsopérez: "La idea se me ocurrió a raíz de lo que pasó el 1 de marzo, cuando muchas personas de derecha salieron a criticar a Laura por su saludo efusivo y su actitud. Decían que era poco elegante, que no tenía clase, etc. Y ahí me quedé re enojada con la situación y pensé en hacer algo relacionado con eso para el 8M".
Y agregó: "Tengo una amiga, Lucía Martínez, autora de libros sobre feminismo en Uruguay, que tituló uno de ellos 'Ni muertes ni palizas, las mujeres se organizan'. Y a partir de esa frase me surgió la idea de imitar su estructura sonora y buscar una rima con Laura. Lo hice pensando en la libertad y con el objetivo de cuestionar por qué las mujeres no podemos hacer lo que queremos y tenemos que estar encasilladas, dentro de un trajecito, saludando como una reina con la manito quieta. Que festeje y que muestre la militancia que tiene encima", opinó Medero.
La historia del cartel, prosiguió su creadora, también tiene un costado emotivo: "Mi amiga, la autora del libro, estaba bajoneada porque no pudo asistir este año a la marcha, pero al final estuvo presente porque su frase fue la inspiración de mi cartel".
El cartel se convirtió así en un símbolo de la libertad de expresión y también de la resistencia ante los juicios externos sobre cómo las mujeres deben comportarse. En un país donde el debate sobre el feminismo y los roles de género sigue siendo tan vigente, este mensaje de apoyo a Alonsopérez dejó claro que las mujeres tienen derecho a ser ellas mismas, a expresarse con libertad y, sobre todo, a no ser definidas por estereotipos.
A través de esta acción, la activista no solo reivindicó la libertad de Laura Alonsopérez, sino que también rindió homenaje a todas aquellas mujeres que, como ella, deciden romper con las expectativas impuestas.