Joël Le Scouarnec, un cirujano francés de 74 años, enfrenta a partir de mañana uno de los juicios más impactantes en la historia de Francia. Acusado de abusar sexualmente de cerca de 300 niños y adolescentes durante 25 años, aprovechando su posición como médico, el caso ha sido calificado como el mayor proceso por pederastia en el país.
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Le Scouarnec, quien ya ha reconocido gran parte de los cargos, podría enfrentar hasta 20 años de prisión. Sin embargo, lo que más ha conmocionado a la opinión pública es el meticuloso registro que llevaba de sus crímenes. Durante décadas, el cirujano documentó en detalle los abusos cometidos contra sus víctimas, incluyendo sus nombres, fechas de nacimiento y direcciones. Estos archivos, que suman cerca de 30.000 ficheros digitales, fueron descubiertos en su casa tras su arresto en 2017, luego de que una vecina de 6 años lo denunciara por abusos sexuales.
Muchas de las víctimas, en su mayoría niños y adolescentes, estaban inconscientes o dormidos durante los actos, y solo se enteraron años después cuando las autoridades los contactaron para corroborar los hechos descritos en los "diarios del horror" de Le Scouarnec. Otros, aunque con recuerdos borrosos, cargaban con traumas profundos de lo que creían eran procedimientos médicos rutinarios.
El cirujano, quien trabajó en varios hospitales y clínicas del oeste de Francia desde 1983, logró evadir la justicia durante décadas. A pesar de haber sido condenado en 2005 por posesión de material pedopornográfico, continuó ejerciendo su profesión hasta su jubilación en 2017. Sus diarios, en los que se describía a sí mismo como "exhibicionista, voyeur, sádico, masoquista, escatológico, fetichista y pederasta", revelan a un hombre que no solo cometió crímenes atroces, sino que se enorgullecía de ellos.
En el juicio, que se extenderá durante 75 días, se espera que los jueces del Tribunal de lo Criminal de Morbihan no solo determinen su culpabilidad, sino que también aclaren cómo pudo actuar con impunidad durante tanto tiempo.
Las autoridades han identificado a 314 víctimas, aunque el número de casos procesables se redujo a 299 debido a la prescripción de algunos delitos. De estos, 111 son calificados como violaciones agravadas y 189 como agresiones sexuales agravadas.
El caso ha generado una cobertura mediática sin precedentes, con más de 260 periodistas acreditados de 62 medios. Para las víctimas, este juicio representa una oportunidad de justicia después de años de silencio y trauma. Para Francia, es un recordatorio escalofriante de los abusos que pueden esconderse tras la fachada de respetabilidad.
(Con información de página 12)
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