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Sociedad homicidio | Marset | Fiscalía

El impune asesinato de Alfredo Rondán

Irregularidades y sospechas detrás del homicidio por el que Sebastián Marset fue formalizado y luego absuelto

Cuatro fiscales, dos años de investigación, nulas pruebas, un misterioso agente antidrogas y funcionaria de Fiscalía sumariada por perder declaración de Marset.

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Si Sebastián Marset no tiene causas abiertas en Uruguay, lo que a la postre fue clave para poder solicitar un pasaporte cuando estuvo detenido en Dubái, es porque en agosto de 2020 fue archivada la causa del homicidio de Alfredo Simón Rondán Silva, por la que fue formalizado en 2018 y luego liberado por falta de pruebas.

Marset y Rondán eran amigos desde niños en Piedras Blancas, donde fueron compañeros de escuela y ambos compartían su pasión por el fútbol y Nacional.

En abril de 2018, Marset salió del Penal de Libertad tras cumplir una pena por narcotráfico desde 2013. Siguieron en contacto, y una noche de invierno acordaron encontrarse a la hora del partido entre Nacional y Sol de América por la Copa Sudamericana.

La cita era a las 21:30 del martes 14 de agosto de 2018. Alfredo Rondán, de 29 años de edad, que vivía con su pareja Y.H. en Neptunia, le pidió a su cuñado R.H. que lo llevara en auto al encuentro con Marset en Las Toscas, en el complejo Buen Puerto, donde alquilaba un apartamento, aunque vivía junto a Gianina García Troche y sus dos hijos en Montevideo.

Al llegar a la esquina de la rambla Alfredo Zitarrosa y calle C, R.H. declaró ante la Policía que su cuñado se bajó del auto, caminó hacia la parte trasera de la vivienda y, de repente, sintió unos estruendos.

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Escena del crimen: Frente de complejo Buen Puerto, en la rambla de Las Toscas.

Escena del crimen: Frente de complejo Buen Puerto, en la rambla de Las Toscas.

El testigo clave pudo divisar que el tirador de los cuatro disparos contra Rondán era un hombre delgado, de 1,70 metros de estatura, pero no pudo distinguir su cara.

R.H. trasladó a su cuñado a la Policlínica de Parque del Plata, donde media hora más tarde fallecería, producto de las heridas de arma de fuego que recibió en la zona del hemitórax, en un brazo, en un antebrazo y a la altura del cuello. La Policía Científica de Canelones y la fiscal de Atlántida, Darviña Viera, periciaron la escena del crimen por varias horas hasta las 4:30 del miércoles 15. Horas más tarde, El País tituló: “El asesinato de Las Toscas se vincula con narcotráfico”. “Le dieron cuatro tiros en la playa; poseía antecedentes penales”.

La formalización de Marset en 2018

En las primeras declaraciones ante la prensa, la fiscal manifestó que "presumiblemente, esto tiene que ver con drogas, pero todavía no lo tenemos plenamente confirmado". Dos días después, Viera pidió la formalización del principal sospechoso del homicidio, Sebastián Enrique Marset Cabrera, de 27 años. “Todas las circunstancias lo colocaban en el lugar en que fuera ultimado Rondán”, concluyó la fiscal al formalizar la investigación por el delito de homicidio.

La fiscal de Atlántida solicitó la prisión preventiva por 120 días para Marset. El juez de 4° Turno, Enrique Falco, hizo lugar al pedido, pero redujo la preventiva a 60 días.

En diálogo con Caras y Caretas, la exfiscal Darviña Viera explicó que lo formalizó porque estaba “convencida” de que “esa persona era culpable” y que entendía que el móvil del crimen estaba relacionado a una deuda por drogas.

Si bien Viera tenía solo “algunas pruebas”, porque recién empezaba a investigar, supuso que “las otras pruebas iban a aparecer”. Pero pasados los 60 días, las pruebas con las que contaba eran “insuficientes para ir a juicio”, por lo que tuvo que dejar en libertad a Marset.

Teníamos ciertos indicios y algunas evidencias que nos demostraban que era él”, pero después “fue muy difícil conseguir otras pruebas”, explicó la exfiscal Viera. Consultada por lo que declaró el entonces formalizado, Viera dijo no recordar mucho, pero aseveró que Marset manifestó que era “inocente” del homicidio de Rondán, de quien era amigo desde niño y lo consideraba como “un hermano”.

Uno de los indicios con los que contaba la fiscal eran las comunicaciones que había mantenido la víctima con el formalizado, previo a su asesinato. Pero como coartada, Marset explicó que había acordado encontrarse en otro lugar con Rondán, y que éste nunca llegó. Además, presentó los registros fílmicos que a la hora del crimen lo situaban en otro lugar, en una estación de servicio de Ancap.

En febrero de 2019, el caso quedó en manos de la fiscal Patricia Rodríguez (porque Viera fue ascendida y trasladada a una Fiscalía en Montevideo) por pocos meses y luego la investigación continuó sin avances con el fiscal Maximiliano Robles.

Finalmente, en agosto de 2020, la cuarta fiscal en la causa, Cristina Falcomer, sobreseyó a Marset porque se vencía el plazo para presentar una acusación y no contaba con pruebas suficientes para poder llevar al acusado a un juicio oral.

Mi amigo el Pollo

Durante el control de detención, realizado en Atlántida, ante el juez Falco, Marset aseguró haberse enterado que estaba requerido por un homicidio el 15 de agosto. “Se me avisó ayer por la tarde que me arrimara a la Brigada de Narcóticos y me dijeron que había ocurrido eso (el homicidio de Rondán). Me dijeron si quería ir a declarar, no fue que me detuvieron”, aclaró.

Un documento del Sistema de Gestión de la Seguridad Pública (SGSP) del Ministerio del Interior, que forma parte del expediente judicial, al que accedió La Diaria, dejó constancia de que Marset se había presentado el 15 de agosto ante la Brigada Antinarcóticos por supuestos “trámites de su interés” y que en ese momento fue notificado de que figuraba en el sistema como requerido por el Departamento de Homicidios de la Jefatura de Policía de Canelones.

Fuentes de la investigación señalaron a La Diaria que en esa declaración Marset pidió protección de las autoridades y mencionó algunos vínculos que tenía con la Brigada Antidrogas de Montevideo. De hecho, uno de los testigos que declaró, acreditando la coartada de Marset, era el agente de Brigada Antidrogas, Alejandro “Pollo” Román, quien reconoció tener vínculos sociales con el formalizado. Viera explicó que Román “viene a la Fiscalía a decirme que era amigo de Marset, etc., etc.”.

Según lo manifestado en diciembre de 2023 por la periodista Patricia Martín, entre los minutos 17:45 y 24:20 de la segunda parte de la recordada entrevista e informe sobre Marset del programa Santo y Seña, Román manifestó en su declaración que a la hora del homicidio de Rondán, estaba reunido con Marset, lo que respaldaba la versión expresada por el acusado.

Martín deslizó que Román oficiaba en ese momento como un agente encubierto, función que estaría avalada por la Brigada Antidrogas de ese momento, dijo la periodista. Asimismo, especuló con dos hipótesis. La primera, que Marset oficiaba de informante de Román en aspectos relacionados al narcotráfico; y la segunda, que era informante de la fiscal de Estupefacientes Mónica Ferrero. Consultada por Martín, obviamente Ferrero “negó rotundamente” esa versión y tampoco reconoció que Román colaborara con ella como agente encubierto.

Hasta el día de hoy, no se sabe hasta qué punto avanzó la relación entre Román y Marset y cuánto repercutió eso en algunas investigaciones sobre narcotráfico. Lo cierto es que Román, que en alguna oportunidad arribó a la oficina de la Brigada Antidrogas en auto de alta gama, en 2019 pidió licencia médica en la Policía y se mudó a Treinta y Tres, donde vive actualmente y tiene una fábrica de cerveza artesanal. Román había adquirido experiencia en el rubro mientras trabajaba en una cervecería ubicada en Buceo, de la que eran dueños policías de Interpol.

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En el centro, Alejandro

En el centro, Alejandro "Pollo" Román.

La investigación de Fiscalía por el acta perdida

El acta con la declaración de Marset desapareció de la Fiscalía de Atlántida. Pero “qué pasó con el acta, no sé”, dijo Viera. "Yo no recuerdo si yo subí esa acta, si le di la tablet a la funcionaria como corresponde y que la subiera con un funcionario y esa acta no se subió. ¿Yo qué sé qué pudo haber pasado?”, manifestó Viera.

A su vez, explicó que, “por más que se encontrara mañana el acta, es insuficiente”, puesto que en esa declaración no había pruebas, sino la versión de inocencia de Marset.

Pero el extravío del acta no fue lo único observado por la defensa de la familia de la víctima del homicidio que entorpeció la investigación. Señalaron irregularidades respecto a pedidos sobre las pericias de comunicaciones que nunca llegaron a Fiscalía, grabaciones de cámaras de seguridad que nunca fueron incorporadas que también ponen un manto de sospecha en el accionar policial.

Todo se dijo y se presentó desde el primer día y nos tomaron el pelo. Desapareció todo a favor de una persona que todos saben”, relató a Caras y Caretas una persona del círculo íntimo de Rondán, quien prefirió no ahondar en mayores detalles.

Cuando la Fiscalía de Corte fue alertada y pudo constatar que faltaba el archivo que contenía la declaración de Marset en la carpeta de investigación, a partir de un pedido de acceso a la información efectuado por La Diaria, la Fiscalía determinó, en setiembre de 2023, el inicio de una investigación sobre la actuación de los fiscales.

Tras once meses de una investigación interna realizada por el fiscal sumariante Federico Oyhanarte, en la que declararon todos los abogados, fiscales y funcionarios que intervinieron en el caso durante dos años de investigación sobre el homicidio de Rondán, se terminó sumariando a una funcionaria de la Fiscalía por la pérdida de una tablet con el acta donde estaba la declaración de Marset.

Falcomer, la última fiscal del caso que terminó archivando la causa en 2020, fue una de las que debió testificar en la investigación por las irregularidades detectadas. Manifestó que ella “podía tener el convencimiento de que Marset había sido el autor del crimen, pero no tenía evidencias suficientes y no había condiciones como para ir a juicio. Cuando tomamos el caso con el equipo, nos llamó mucho la atención la cantidad de cosas que faltaban en la carpeta”, señaló.

Al momento de archivar el caso, Falcomer escribió: “Todas las evidencias que en el inicio de la instrucción indicaban que Sebastián Enrique Marset Cabrera era autor del homicidio de Alfredo Simón Rondán, existiendo semiplena prueba, con el transcurso del tiempo se fueron desvaneciendo”.

Respecto a las sospechas expresadas por Falcomer, Viera manifestó a Caras y Caretas que la “tiene sin cuidado” lo que diga, y dijo estar tranquila. “Sé muy bien cómo yo trabajaba”, dijo.

Consultada sobre el momento en que volvió a escuchar el nombre de Marset en 2022, cuando estalló el escándalo político por el pasaporte uruguayo que le otorgó el Gobierno de Luis Lacalle Pou, manifestó que recordaba perfectamente, “porque son cosas que te quedan en la cabeza, porque sabés que siendo culpable quedó libre”.

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